Emilio "el Búho" Cornaglia es precandidato a diputado por la lista "Adelante Buenos Aires", una de las tres nóminas de Juntos por el Cambio en el distrito porteño, pero cuando no está ejerciendo su profesión de abogado y docente de la UBA, ni su militancia en la UCR, se dedica a enseñar trucos, saltos y giros como un consumado skater a través de la "31 Escuela de Skate", en el Barrio Carlos Mugica (ex Villa 31) de Retiro.
El Búho, como le dicen todos sus conocidos por el tamaño de sus ojos, descubrió la práctica del skate hace más de una década. Nacido en San Francisco, ciudad cordobesa de 60 mil habitantes, a los 10 años ya era el "bomberito" en el pueblo, como lo había sido su papá.
La universidad pública
A los 18 se fue a estudiar abogacía a la Universidad Nacional de Córdoba en la capital provincial, a 200 km de San Francisco, donde mantuvo su tarea social como bombero y empezó a militar en Franja Morada, tradicional corriente universitaria del radicalismo.
Pasó por toda la escala de la dirigencia juvenil, desde titular del centro de estudiantes de su facultad hasta presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA) en 2012, a los 26 años, cuando pensó que esa tarea le requería instalarse en la ciudad de Buenos Aires, y desde entonces se quedó a vivir en el distrito porteño.
"La universidad pública tiene el concepto de extensión universitaria, la vinculación entre el saber universitario y la sociedad para el enriquecimiento mutuo. Yo ya lo había hecho desde el programa "Nunca es tarde" de alfabetización de adultos en Córdoba y ya venía con ese know how de cómo se construyen los proyectos sociales", explicó a Télam en el borde del "bowl", como le dicen los que saben a la pista de skate en forma de olla, que en el Barrio 31 está ubicada en la manzana 99, bajo la Autopista Illia.
Requerido desde su ingreso al barrio, Cornaglia saludaba a los chicos que quieren aprender "chocando los cinco", un clásico saludo "skater", como si fueran amigos de toda la vida.
Con las madres exhibía la misma confianza, entre avisos de que había conseguido las zapatillas que necesitaba fulanito o una tablet para menganito.
A lo largo de la entrevista, "el Búho" hizo hincapié en las políticas de urbanización del gobierno porteño para el barrio, incluida la construcción de la pista de skate, aunque su lista deba enfrentar en una semana a la de María Eugenia Vidal, delfín del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
"Adelante Buenos Aires", la nómina que integra Cornaglia, postula como primer candidato a Adolfo Rubinstein, exsecretario de Salud del macrismo, seguido por la especialista en educación Mónica Marquina y el diputado nacional Facundo Suárez Lastra.
Militante por la vuelta a las clases presenciales, "el Búho" creó un grupo de apoyo escolar virtual para acompañar la trayectoria educativa de los chicos que conoce del barrio, iniciativa que ahora se complementa con clases presenciales los sábados y jornadas recreativas en días festivos.
Escuela de skate
Pero su corazón está puesto en la escuela de skate, donde más de 60 alumnos entre 3 y 17 años aprenden desde lo básico hasta las piruetas más complicadas. "Les enseñamos a andar en patineta, que es la parte más lúdica, pero el skate transmite valores asociados. Es una cultura que incluye pintura, graffiti, música. Los chicos hacen pruebas y aprenden a filmarse y a editar los videos, todo el vocabulario skate es en inglés, y tiene conceptos de física o de matemática, como un salto front-side 360º o 180º", se entusiasmó al contar.
Cornaglia recordó que al arrancar la escuelita, los chicos llegaban con "frustraciones, peleas, miedo, violencia, discriminación y prejuicios", entre ellos mismos.
"Fuimos transmitiendo compañerismo, el respeto, el valor de la amistad. Y vimos un progreso impresionante, hoy tienen una actitud de compromiso y solidaridad", repasó.
"Si un día llueve, secan al bowl para poder patinar. O si se nos inunda porque alguien lo tapa, ellos lo destapan", siguió con su relato. Y explicó que los más avanzados ya enseñan a los nuevos, y hasta les prestan sus patinetas.
Mientras "el Búho" hablaba, a su lado Tiziano, de 3 años y un tamaño similar a la patineta, trataba de lanzarse al bowl desde las manos de su profesor. "Es que ve a su hermano y quiere hacer lo mismo", explicó entonces la mamá.
"Fue un cambio de actitud muy lindo que nos enorgullece, nos importa más eso que el skate: que puedan tener una infancia más libre, jugando y sin violencia ni peleas", sintetizó Cornaglia, mientras los chicos intentaban interrumpirlo para pedirle: "Mirame profe". Querían que "el Búho" los viera tirarse al bowl y mostrar el resultado del aprendizaje.
Con el eje en la educación
Al referirse a los efectos de sus clases en el barrio, el abogado y skater aseguró que "la identidad skate les da sentido de pertenencia y contención", cuando el delito y el narco buscan ganar adeptos en ese espacio.
Por eso, lejos del desaliento y el descrédito que la política acumula a veces, Cornaglia planteó que en su opinión se trata de "una herramienta de transformación social". En el mismo sentido, señaló que desde la actividad política se puede "hacer mucho para transformar la realidad", aunque agregó que el eje "fue y será la educación".
"La pandemia y la cuarentena nos dejaron un terrible saldo, se perdieron aprendizajes y muchos dejaron las aulas. Hay que hacer un gran esfuerzo desde el Congreso para trabajar un programas que nos permitan recuperar lo perdido y adaptar la educación a los desafíos del presente y del futuro", apuntó sobre sus prioridades para el corto plazo.
Con ese objetivo, Cornaglia propuso retomar un proyecto que en su momento presentó la diputada radical Brenda Austin, su compañera de militancia, denominado "Pacto educativo intergeneracional", que aborda el tema de manera sistémica.
"Extensión de días de clases, mayor jornada escolar, inclusión de los chicos de tres años en el sistema educativo formal, reforzar la terminalidad educativa e incorporar la tecnología, la programación y la formación para el trabajo, con distintas metas a alcanzar de acá a 2030", resumió.
Su otra ambición es exportar la experiencia del "skate social" a otros barrios, y en ese sentido afirmó que hay muy buenas escuelas locales, pero son privadas.
"Brasil incorporó el skate en la escuela secundaria y la niña de 12 años que sacó la medalla de plata en las Olimpíadas es fruto de esa política", reveló, al destacar el impacto social de esa iniciativa en el país vecino.
"Hay mucho deporte social, pero el skate transmite valores como la libertad, el sacrificio y un rico mundo cultural que lo rodea. Además, es una cultura autogestiva. Los skaters fabrican sus propias tablas, su ropa, sus zapatillas, bajo el lema de "do it yourself" (hazlo tú mismo), y de eso se trata la vida: 'hagámoslo y hagámoslo posible'", concluyó, y enseguida se tiró al bowl para mostrar sus destrezas. |