Las pymes industriales son protagonistas de una interesante paradoja a la hora de buscar perfiles profesionales, la pandemia complicó, aún más, el reclutamiento de personal calificado para cubrir puestos vacantes.
Como era de esperar, a lo largo de 2020, por el impacto de la crisis del Covid-19, la demanda de trabajo en todos los niveles de calificación entre las pymes manufactureras resultó muy baja: 11% para personal no calificado (74% inferior al registrado en 2011), 15% para calificados (72% inferior) y 10% universitarios (63% inferior).
Aunque la caída era previsible, el estudio que realiza cada año Fundación Observatorio Pyme (FOP), pone especial atención en la situación del mercado de los trabajadores con formación universitaria ya que entre las pequeñas y medianas empresas (pymes) que, incluso bajo la pandemia, continuaron con la búsqueda de estos perfiles, la “alta dificultad” de reclutamiento resultó 28% superior respecto a diez años atrás. “Si bien este fenómeno ha tenido lugar desde 2011, es especialmente llamativo en el particular año 2020”, aclara el informe.
La situación merece ser tratada de forma especial porque la dificultad para incorporar recursos humanos con formación universitaria constituye “un claro y severo límite de oferta para aquellas pymes manufactureras que buscan la mayor profesionalización de sus procesos internos”, advierte el trabajo de FOP.
El punto que genera “alerta” tiene que ver con la comparación, ya que la misma situación no se repitió ni en el mercado de los trabajadores sin calificación, ni entre los trabajadores calificados y técnicos. En estos dos mercados de trabajo, al igual que en el de los graduados universitarios, durante la pandemia se alcanzó un muy bajo nivel de demanda. Sin embargo, no se verificó un aumento de la “alta dificultad” de reclutamiento de trabajadores con dichos niveles de calificación, explican desde la Fundación.
Los analistas explican que la proporción de empresas que busca personal calificado técnico y tiene dificultad alta para incorporarlo fue siempre mayor que la de empresas que buscan y tiene problemas para reclutar no calificados y universitarios. Y, aunque en pandemia, siguió siendo la más alta (33%), la proporción de empresas que reflejó una elevada dificultad para reclutar universitarios prácticamente alcanzó el mismo nivel (32%).
Por otro lado, destacaron que la disminución de la alta dificultad de reclutamiento de operarios no calificados y calificados no universitarios durante la pandemia fue inferior a la disminución de la demanda, lo que permite pensar que la escasez igualmente persiste, aunque en forma “menos severa” que la de los trabajadores con perfil profesional.
Expectativa vs realidad
A partir de la persistencia de las dificultades para contratar trabajadores de todos los niveles de calificación, se podría esperar que un aumento del salario ofrecido por las pymes pudiera resolver el problema. Sin embargo, la información de FOP muestra que sólo en el 33% de los casos la oferta de una mayor remuneración hubiera sido la solución.
En efecto, en el 65% de los casos la “alta dificultad” para la incorporación de personal no se debe a un desacuerdo con la remuneración, sino a la falta de competencias técnicas y experiencia requerida por las empresas.
En términos relativos a las otras calificaciones, en la búsqueda de recursos humanos universitarios, el desacuerdo salarial toma mayor importancia como razón de la falta de cobertura de las posiciones vacantes -el 51% de las empresas que buscan contratar dicho personal y tienen dificultad para conseguirlo- aunque no logra equipararse a los principales obstáculos: la falta de “habilidades duras” y experiencia que ocupan el 66% y 68%, respectivamente.
Lo que impuso la pandemia
El estudio sobre el mercado laboral de las pymes, indaga si el cambio de tendencias entre las empresas que tienen dificultades para incorporar técnicos y universitarios puede estar marcando un cambio en la demanda relativa de diferentes competencias.
En ese sentido, repasa que, en 2020, las investigaciones muestran que la mayor difusión del trabajo remoto impondrá a las empresas nuevos métodos de gestión basados en la mayor autonomía del personal y su evaluación por el logro de objetivos pre-establecidos y no por horarios de trabajo.
Además, indica que las empresas prevén que la necesidad de invertir en infraestructura para las tecnologías digitales implica mayor capacitación del personal. “Las habilidades del personal requeridas por las empresas para esta nueva realidad son más compatibles con un más alto nivel de formación, relacionado este con una mayor capacidad simbólica, desarrollada en la formación universitaria”, analiza el informe.
Y refleja que sólo el 11% de las empresas -de todos los sectores- prevé que en 2021 ningún colaborador se desempeñe en trabajo remoto mientras que 140.000 pyme prevén que parte o todo su personal pase a desempeñarse bajo la modalidad de trabajo remoto.
Asimismo, el informe especial: “Límites a la profesionalización de la gestión y salto tecnológico”, señala que más del 40% de las empresas amplió el uso de internet y de nuevas plataformas digitales bajo la pandemia.
En ese punto, datos relevados por FOP en 2019, mostraban que, en relación con las vacantes no cubiertas de otros niveles de calificación, la dificultad para incorporar personal universitario constituía para las pymes un limitante al desarrollo de nuevos productos, incorporación de nuevas tecnologías y mejoras de calidad para alcanzar los estándares internacionales.
Por último, repasa que la demanda de nuevas capacidades y habilidades del personal se materializó con mayor claridad durante la pandemia y se extenderá en el futuro inmediato. “Se trata de un verdadero cambio estructural que ya impactó en las características específicas de la demanda de calificaciones y habilidades de los recursos humanos requeridos por las empresas”, apuntan desde FOP y aseguran que uno de sus principales objetivos es profundizar -a través de sus programas de investigación- la relación entre transformación digital, teletrabajo/ trabajo remoto y demanda de personal con formación universitaria. |