¿Podrían las provincias soportar una nueva cuarentena estricta? – Negocios & Política
 

No habrá “gasto covid” |¿Podrían las provincias soportar una nueva cuarentena estricta?

Escasa recaudación propia y sin fondos nacionales de emergencia, los gobernadores tendrán que hacer malabares con sus números en el futuro inmediato. Al menos por ahora, no harán planteos a la Casa Rosada, mientras esperan la llegada de más vacunas.   
Cristian Franchi
Política
Cristian Franchi
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La llegada y avance de la segunda ola de Coronavirus en Argentina hace replantear al Gobierno nacional nuevas medidas. Si bien por el momento está descartada la posibilidad de regresar a la cuarentena estricta, los gobernadores estudian el posible impacto de un freno en ciertas actividades.

A priori, por la dependencia de los ingresos coparticipables las provincias del norte serían las más afectadas en sus cuentas fiscales. Cabe recordar que días atrás, Nación adelantó que en esta oportunidad no habrá fondos adicionales, es por eso que los distritos quedarían con serias dificultades para solventar el gasto corriente, incluso si el grueso de ellas han sabido mantenerse lejos del déficit estructural.

En lo que respecta al Norte Grande, N&P supo que aún los gobernadores no han preparado planteos generalizados a la Casa Rosada por el impacto económico y sostuvieron que, además de lo económico, lo que más les preocupa de un eventual regreso a la fase 1 es el impacto social.

Uno de los grandes agravantes del 2020 es la escasa recaudación en las provincias, incluso actualmente no lograron recuperar sus ingresos tributarios propios, en esencia los Ingresos Brutos y el impuesto a los Sellos. El último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) puso de relieve que sólo tres provincias -al mes de octubre- habían logrado al menos empatarle a la inflación con la recaudación propia: Tucumán por un 5,5%, Formosa por 3,7% y la Ciudad de Buenos Aires por 3,6%. El resto seguían ostensiblemente por debajo, con Neuquén (-33,5%) y Santa Cruz (-21,5%) como la que más se había rezagado.

En su conjunto, las provincias venían recaudando en octubre 9% menos que doce meses antes -en términos reales-, mejor que la caída del 26,6% interanual de marzo del año pasado, pero todavía lejos de alcanzar a la inflación. Así, todavía no se recuperaban del golpe del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, pero podían compensar la pérdida de recursos propios con mayor asistencia del Tesoro Nacional.

Sin embargo, en 2021 el gobierno no dispone de recursos para más Asignaciones del Tesoro Nacional (ATN) ni del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial. La intención de Martín Guzmán de poner fin a todas las partidas extraordinarias de "gasto covid" para ordenar las cuentas fiscales deja a las provincias dejaría a las provincias sin recursos propios ni nacionales, de frenarse nuevamente la actividad económica.

Un análisis de recaudación y financiamiento propio con datos de 2018, reveló que en solo seis distritos recaudaban más impuestos nacionales de los que recibían por coparticipación y otros mecanismos de reparto: Ciudad y Provincia de Buenos Aires, Tucumán, Córdoba, Santa Fe y Corrientes. Las demás provincias eran beneficiarias netas del Estado Nacional, por lo que la vuelta al ASPO, las convertiría en las principales perjudicadas por el freno a la actividad económica. Al fin y al cabo, el 89% de lo que se recauda por IVA se destina a la coparticipación y el 100% del impuesto a las Ganancias también.

El último informe del CEPA puso de manifiesto que las provincias anotaron un marcado repunte lo que reciben por coparticipación, a excepción de la Ciudad de Buenos Aires. En efecto, a marzo de este año, todas las provincias venían recibiendo más de un 20% que en igual mes del año anterior, en términos reales, es decir, una vez descontado el efecto de la inflación. En cambio, la Capital contaba con un 48,2% menos. Con un 28,1% más que en marzo del año pasado, Río Negro era la provincia más favorecida en materia de transferencia de recursos coparticipables.

En suma, si bien desde agosto de 2020 la coparticipación mostraba una variación interanual positiva, como en agosto de 2019 los datos interanuales eran negativos, los aportes seguían por debajo de los de 2018. Y esta tendencia se rompió en noviembre del año pasado, cuando los recursos girados a las provincias no solo les ganaron a los de igual mes de 2019 sino también a los de 2018. Puntualmente en marzo de este año, los recursos coparticipados fueron 6,7% más que los de 2018, siempre en términos reales.

Por eso, de afectarse la recaudación de IVA y de Ganancias, las provincias quedarían al borde de la insolvencia. Esto es particularmente cierto para las provincias que más dependen de la coparticipación. Un informe de CEPA de julio del año pasado ponía de relieve que las provincias para las que antes de la pandemia los recursos coparticipables representaban más del 75% del total de sus recursos fiscales se concentraban en el Norte grande del país: Salta (76,3%), San Luis (79%), San Juan (84,6%), Jujuy y Chaco (86,7%), Catamarca (89,8%), La Rioja (90,9%) y Formosa (93,4%).

Pero también puede resultar especialmente doloroso para otras provincias que en la primera mitad del año pasado, en lo más severo del ASPO, requirieron fuertes aumentos de transferencias nacionales para sobrellevar la pandemia. Si en promedio todos los distritos recibieron un 18% adicional, Chubut necesitó transferencias adicionales equivalentes al 42% de la coparticipación por su profundo déficit fiscal, Buenos Aires, al 34%; Santa Cruz, al 29%; La Rioja, al 34%, Entre Ríos, al 23%; y Santiago del Estero, al 21%.|

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