El Frente de Todos escondió sus diferencias debajo de la alfombra para mostrar una extraña y tensa armonía, pero aún en el optimismo de lograr cambiar la esfera del temario político, el ensamblaje oficial ruega por no zozobrar.
Ayer, al cierre de la ronda de consultas de NyP, en Casa Rosada existía un consistente enojo con el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa. En términos más simples, la incomodidad era del albertismo, que considera que el líder del Frente Renovador se adelantó al anuncio del Presidente y se “cortó solo”.
Cierto sector de la base de Balcarce 50 considera que el proyecto es una “iniciativa del Ejecutivo” y que el massismo se la “adueñó”.
En el seno del tigrense sostienen que se trata de una de las bases de las distintas campañas que encabezó el ex candidato a presidente en los últimos años.
"Para nosotros es una enorme satisfacción que un esfuerzo fiscal vaya a la recuperación del salario la clase media argentina en un momento muy difícil", explicó el presidente de la cámara baja.
La intención del Presidente de la Cámara de Diputados es que la aprobación llegue a partir de marzo, más allá de que pueda ser aprobado antes o después de ese mes.
El esquema a seguir es concreto y ya está trazado. La encargada de convocar al debate será la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja. A partir de ahí, los primeros en desfilar por las audiencias de consulta serán los representantes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), con quienes Massa trabajó el proyecto.
Después del paso por comisión, se convocará a los gremios de los sectores en que tendrá impacto en la elevación del mínimo no imponible, así como también los jubilados y pensionados.
“Entre los 1.267.000 trabajadores que dejan de pagarlo hay industriales, docentes, de servicios financieros y demás. Así que inexorablemente (los gremios) van a tener una participación en la discusión”, afirmó Massa.
En el albertismo saben que Massa tuvo “vía libre” por parte de jefe de bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner y que se “adelantó en el anuncio” que según cuentan en Olivos, estaba preparado para que lo anuncie el propio, Alberto Fernández de manera sorpresiva.
“Seguramente este proceso de dictamen se inicie en el período de sesiones extraordinarias y vamos a ver si llegamos a sancionarlo antes del 1 de marzo o si el presidente Alberto Fernández abre y posteriormente tenemos el pleno para el tratamiento”, explicó. “Si lo sancionamos en los últimos días de febrero o de los primeros días de marzo, a partir del sueldo de marzo deja de pagar”, agregó.
El proyecto establece que solo paguen ganancias quienes perciben una remuneración bruta superior a los 150 mil pesos mensuales, sin contar el aguinaldo; y los jubilados que cobren un equivalente a ocho haberes mínimos (152.282,32 pesos). De ser aprobado, el beneficio impactará en 1.267.000 trabajadores y jubilados, es decir el 63,4 por ciento de los contribuyentes alcanzados por ese impuesto.
Hasta ahora, quienes lo pagan son los empleados solteros sin hijos menores con un sueldo neto mensual de 74.810 pesos; los casados con dos hijos menores que cobran desde 98.963 pesos; y los jubilados y pensionados que perciben un equivalente a seis haberes mínimos (114.210 pesos).
Uno de los objetivos de esta modificación es que el sector que pagaba ese impuesto vuelva a ser el 10 por ciento de los que cobran los sueldos más altos del país.
Ayer, luego de una ronda extensa de medios, Massa decidió dejarle el protagonismo a Fernández y así ponerle paños fríos a una interna que él no buscó pero su movimiento generó. “Salió bien, no tenemos nada que objetar”, explicaron desde la Rosada. Los elogios llegaron por parte de los gobernadores, que a días de las paritarias estatales consideran que ganaron un punto más en la discusión. Cómo se diría en inglés una "win win situation": todos ganan.|