La semana de las provincias dejó un hecho central. La llamada “Cumbre de Chilecito” dejó al descubierto uno de los temas que generan cierto cortocircuito entre la Casa Rosada y los gobernadores: la suspensión de las PASO.
La ciudad riojana fue el epicentro de un nuevo encuentro entre los mandatarios del NEA y el NOA, que aprovechan la oportunidad para desarrollar temas de su agenda propia. Aunque esta reunión no fue una más, ya que coincidió con la visita de Alberto Fernández a la provincia para llevar a cabo el encuentro del gabinete federal de la Ley de Capitales Alternas.
El tema excluyente de la jornada fue abordado por los gobernadores norteños, quienes manifestaron el consenso de la región y también de otras para avanzar en la suspensión de las elecciones primarias, una iniciativa que ya había sido elevada anteriormente al Poder Ejecutivo y que cuenta con un proyecto de ley que ingresó al Congreso, presentado por el diputado tucumano del Frente de Todos Pablo Yedlin.
Los gobernadores confían en la mirada federal y contemplativa del presidente para considerar el pedido, teniendo en cuenta la severa crisis económica que dejará la pandemia por coronavirus. No obstante, saben también que la cancelación de las PASO es resistida por gran parte de la oposición y, sobre todo, por el kirchnerismo duro, que pretende que se lleven a cabo para poder disputar las Legislaturas a los gobernadores con listas de candidatos propios.
En un primer momento, el presidente avaló el pedido de los gobernadores, pero tras conocer los reparos del kirchnerismo bajó un escalón y decidió que "en marzo" se definirá la realización o suspensión de las PASO, a la espera de "ver el proceso que tiene la campaña de vacunación" contra el coronavirus.
Hay una esperanza
El miércoles en La Rioja, Fernández volvió a repetir una de sus frases preferidas de campaña, “hay un Gobierno de un presidente y 24 gobernadores” y podría decirse con seguridad que el pedido de suspender las PASO es el primero que llega al Poder Ejecutivo con tan alto grado de consenso y "federalismo", ya que en él están de acuerdo tanto los peronistas como los mandatarios opositores.
A última hora del viernes, el Gobierno habilitó al Congreso a incluir en el temario de las sesiones extraordinarias del Congreso el calendario electoral 2021. Si bien es difícil que se cumpla el pedido de los gobernadores, el Presidente envió una señal a las provincias cumpliendo con el pedido y pateó la pelota al Parlamento.
Los argumentos que defienden los gobernadores y que dice entender el Presidente son lógicos, se trata de ahorrar recursos y no exponer a los votantes al virus durante el acto eleccionario. Sin embargo, una posible cancelación tendría un enorme impacto político en las provincias, ya que daría a los gobernadores mucho margen para elaborar las listas de candidatos.
Otro de los sectores que mira con atención el desarrollo de la novela política del verano es el kirchnerismo duro, que observa a las PASO como la posibilidad de dirimir las internas en los diferentes distritos a través de La Cámpora.
Los líderes provinciales tienen algo bien claro, saben que el Gobierno debe resolver la cuestión interna si quiere sacar la ley, sin perder de vista que a medida que pasan las semanas se hace más difícil que la suspensión se pueda concretar.