La década del 90 es conocida como el periodo donde proliferaron los countries y muchas familias lo eligieron como lugar permanente para vivir. Existen más de 500 barrios privados en AMBA y se calcula que cuentan con cerca de 300 mil habitantes. Lo que cambió respecto de ese boom de hace décadas son las motivaciones que llevaron a las personas a cambiar su lugar de residencia. Mientras que en los '90 el motor era mayormente alejarse de la ciudad para lograr un mayor status social o sinónimo de “distinción” por el desembolso económico que suponía, reservado solo para importantes empresarios y políticos, hoy está más asociado a una búsqueda más auténtica de calidad de vida, a casi el mismo costo que una vivienda en la CABA y con muchas más facilidades que las que tuvieron los “pioneros”.
“Hoy hay una oferta mucho más amplia de comercios con delivery que traen de todo al barrio, por ejemplo, cosa que antes costaba conseguir. Lo que destacamos es que mejoró mucho la conectividad cuando hace algunos años el servicio era deficiente y lento. Lo que para mi trabajo hoy es más que fundamental”, menciona Martín Blanco, productor audiovisual y vecino de Haras del Sol, que además tiene su estudio separado de su vivienda desde donde realiza Home Office, característica posibilitada por la gran amplitud de los lotes, que permite esta segunda edificación con comodidad.
En tiempos de home office y home schooling, una buena conectividad es clave. En el caso de este barrio privado, un diferencial de este emprendimiento es que cuenta con conexión a internet de fibra óptica, con una velocidad de hasta 300 megas simétricos y con fibra óptica y cableado íntegramente subterráneo. Además por la misma fibra llegan más de 100 canales de TV.
Una ventaja que no siempre se tiene en cuenta es la del costo. “Un departamento en Palermo/Belgrano/Nuñez con amenities y cochera cuesta u$s 200.000 promedio. Lo mismo que cuesta en un barrio como Haras del Sol una casa de 200 m2 sobre un lote de 1500 m2. con piscina incluida”, menciona Ricardo Sarinelli, Director en Haras del Sol, barrio ubicado en Pilar Chico, que creció en el último tiempo.
Las familias que se mudan, aseguran hacerlo por la tranquilidad, la calidad de la vida y la seguridad, sobre todo quienes tienen niños pequeños. “Vivíamos en un departamento en Caballito y hace 8 años nos mudamos con mi esposa embarazada. Hoy tenemos 2 niñas nacidas en Haras, Tania (8) y Nina (4). Las nenas juegan con sus amigos en un entorno natural y seguro, además practican equitación en el barrio. Van al colegio en Pilar, donde hay mucha oferta educativa, y nosotros trabajamos desde casa utilizando la excelente conexión de internet. La vida en Haras está siempre vinculada a la naturaleza, y a las actividades al aire libre, realmente valió la pena el cambio de vida. Nos alejamos del ruido de la ciudad y apostamos fuerte a una mejor calidad de vida", señala Ariel Maya, otro vecino de Haras del Sol.
Un diferencial importante de este barrio es que, por sus características y la extensión de sus lotes, se asemeja más a un club de campo que a un barrio privado. Su diseño privilegia un contacto cercano y auténtico con la naturaleza, posee una laguna con decenas de especies, más de 8000 árboles añosos y además tiene un club hípico donde practicar además equinoterapia y equitación para niños.
“Otra particularidad que los diferencia de otros barrios: el suelo sobre el cual se asienta es tierra fértil por ser zona de quintas, esto garantiza que crezcan todo tipo de árboles y frutales y hace exitoso cualquier proyecto de huerta propia", comenta Sarinelli. En suma, todo esto lo hace una muy buena opción tanto para el disfrute de los adultos que se pueden desconectar de las obligaciones y conectarse con el verde, y esparcimiento y diversión para los niños.
En la nueva normalidad, muchas empresas cambiarán sus esquemas y propondrán a los empleados más días de home office, y aún no está oficializado el regreso a las escuelas 100% presencial. Por eso, estos habitantes que estrenan vivienda se muestran más que satisfechos por haber tomado la decisión, que mientras saben que representa una buena opción de resguardo de ahorros, agradecen una pandemia con tanto verde y alternativas para una buena calidad de vida.