En la última entrega de esta serie resumen de mi libro www.elexitodelfracaso.com.ar hablamos de cómo los tropiezos son piezas de un gran rompecabezas que significa el armado de nuestro propio éxito y uno de los condicionantes a la hora de escoger y tratar de insertar esa pieza, es el miedo a fracasar. He aquí donde deberíamos hacer una pequeña retrospección para determinar cuál es el origen de nuestros miedos, saber si puedo vencerlos y cómo.
Primero tenemos que tomar a ese miedo presentándose en nuestras vidas por una razón fundamental: es un instinto de supervivencia; pero he aquí lo que nos diferencia a la hora de emprender cuando cometemos el error de tener miedo por cosas que aún no pasaron convirtiendo al mismo en una gran puerta entre nuestras metas y nosotros.
Si bien dicen que las comparaciones no son buenas yo creo que muchas veces sirven, como en este caso, para demostrar que los grandes éxitos de personas estuvieron signados con miedos vencidos y pequeñas piezas de fracasos y a modo de ejemplo te cuento en mi libro la historia del creador de Whatsappp que se le ocurrió esta aplicación en 2009 y solo tres años después se lo vendía a Facebook por 19 mil millones de dólares o podes ver la historia apasionante de Walt Disney, entre otros. Todos tienen el denominador común que se equivocaron, fracasaron, vencieron sus miedos y de ellos aprendieron para ir armando su rompecabezas que le mostró la imagen completa de su éxito.
Es así que ese miedo, ese fracaso casual se convierte en el combustible cuando entendemos que así como nosotros mismos creamos el miedo, tenemos la misma capacidad para usarlo en nuestro beneficio y transformarlo en parte de nuestra planificación y estrategia y aquí una de las frases del padre de todos los fundadores que fue Benjamín Franklin que nos dejó de legado su máxima: “al no planificar, se está planificando para fracasar” decía el innovador.
Es así que al planificar te dejo como aporte el hacerlo sobre objetivos realistas y alcanzables considerando, llegado el caso, el fracaso como una oportunidad para aprender, ya que no hay fracaso si lo intestaste. No existen errores, solo resultados.
Nunca digas no puedo ni tampoco te exijas un resultado perfecto sabiendo que no es importante hacerlo del todo bien la primera vez.
Es así que controlando este miedo a fracasar vamos a poder comenzar cualquier proyecto que nos propongamos y tendremos para todos los órdenes de la vida desarrolladas capacidades de habilidades increíbles que nos harán cada día mejores, más felices que en definitiva ese es el valor del camino y de cada una de las piezas de nuestro gran rompecabezas.
*Matías Sebely. Abogado, empresario, especialista en liderazgo y emprendedurismo.