Volvió el trueque revolucionado: del fenómeno del 2000 a facebook – Negocios & Política
 

Lo que sea por comida |Volvió el trueque revolucionado: del fenómeno del 2000 a facebook

Sin ánimos de añorar viejas costumbres, la pandemia trajo entre otras cosas, ancestros del intercambio que operaban como un paliativo frente al desastre social. Hoy las redes sociales reemplazaron al baldío o al tinglado y todo parece ser masivo de entrada. Te contamos sobre el tiempo y el lugar donde los invitados se multiplican sin pausa.
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“El fin de las changas llevó a que mucha gente se vuelque de lleno a esta actividad”, dice el dirigente barrial Héctor "Toti" Flores. “Se ofrece todo, se ofrece hasta lo que no se tiene: se ofrecen las cosas de la casa, los muebles, la ropa. El que antes vivía de trabajos informales ahora los ofrece también: un carpintero, un albañil, un plomero”, agrega. La pandemia aniquiló la economía informal. Extinguió la cultura de la changa. Desmoronó a los que tenían poco. Y así reapareció el trueque -reconvertido, virtual y más potente.

A comienzos de los años 2000, cuando la Argentina de la Alianza se venía a pique, los habitantes del Conurbano forjaron un fenómeno inolvidable: el de los clubes de trueque. Entonces, la gente acudía de manera masiva a baldíos, galpones y sociedades de fomento con objetos para intercambiar. Se creaba así una suerte de economía pujante, informal y sobre todo salvadora. El trueque reorganizaba comunidades en medio de la desesperación por la falta de comida, de trabajo y de Estado. Nadie hubiera querido volver ahí. Pero está pasando de vuelta.

Pero tiene matices nuevos característicos de esta época. Hace 20 años no existía ni siquiera una Internet extendida. Hoy las redes sociales reemplazaron al baldío o al tinglado y todo parece ser masivo de entrada. Los invitados se multiplican sin pausa. Es tan fácil como mandar una solicitud de amistad a cualquiera de estos grupos y esperar algunos minutos a que el administrador del grupo confirme el vínculo.

La red social, que ya pasó de moda en las clases medias altas, todavía respira fuerte en los sectores medios bajos y bajos. Allí, los grupos de trueque florecen. Villa Soldati, Lomas de Zamora, Bernal, Castelar, Ituzaingo, Moreno, cada localidad tiene diversas opciones de trueque virtual.

En algunos casos, los acuerdos de intercambio se hacen vía web y las entregas en plazas que se convierten en ferias los días sábados. No son trueques a secas, sino trueques y ventas de cualquier producto a precios que oscilan entre los 100 y 500 pesos. “Trueque y Ventas La Matanza”, 51.300 miembros. “Trueque 22 de enero (Ciudad Evita)”, 22.900 miembros.

Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, cuando se habla específicamente de trueque, surge un indicador terrorífico: los que ofrecen productos o servicios no buscan a priori dinero, sino que el canje sea por comida. “Se paga con comida -dice Flores-, el que tiene la comida es como que tiene dinero y tiene el poder de negociar: el carpintero o el plomero, entonces, van, le trabajan y se llevan una bolsa de comida cuando terminan”.

Una mujer ofrece un buzo de bebé a cambio de un paquete de lentejas. Una adolescente propone un alisado de cabello por un kilo de azúcar o una botella de aceite: da una lista de supermercado, acepta cualquier tipo de producto que sea comestible. El carpintero cambia trabajo también por comida, aclara que la mano viene mal y que no le queda otra que trabajar por "un poco de alimento".

A veces, además, hay un variante como de “show” virtual, en donde una persona recoge las propuestas y vincula a los usuarios. Con música y lucecitas de colores de fondo, el hombre anima el evento con pericia de subastador y ofrece ropa "cirujeada" en casas de la Ciudad de Buenos Aires. "La ropa se pide en las casas de la Ciudad. Cuando pasan, te dicen si tenés algo para donar. Muchas veces no es ropa que va a ser usada por quien te la pide, sino que va a ser vendida de esta o de otra manera. Es que todo vale y nada alcanza: no hay plan social que alcance para nada", dice Flores.

Es infinita la cantidad de cuentas de Facebook donde se da la variante de la feria americana virtual. Los precios van desde los 20 hasta los 400 pesos. La procedencia de la ropa no se declara, pero está instalado lo que dice Flores: la gran mayoría es pedida en las casas porteños o en los barrios más pudientes del Conurbano. "Lo piden para sus hijos, pero en realidad es para vender", dice Alejandro, un usuario que sigue el tema y que lo lee como algo descomunal: "Es el trueque con mil variantes del siglo XXI. Es tremendo, es bizarro y tenés para elegir".|

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    Ant Sig