Los países de América Latina se ubican entre los más perjudicados. Con la llegada del coronavirus se agravaron todas las enfermedades crónicas. Estigma, testeo y acceso a tratamientos. El panorama frente a estas dos pandemias por una especialista en Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
El impacto de la realidad socioeconómica en las personas que viven con VIH -en relación a su acceso al testeo, tratamiento y calidad de vida- es mayor que en aquellas que tienen Covid-19, aunque también en este caso golpeó más a los sectores más desfavorecidos, señaló a Télam la infectóloga chilena Claudia Cortés al analizar ambas pandemias en la región.
Reconocida por su trabajo a nivel internacional en relación al VIH, tuvo también un rol muy importante en la comprensión de la pandemia por coronavirus.
Al momento de describir la situación del VIH en América Latina y el Caribe, en diálogo con Télam, precisó: “El Caribe está mejor que América Latina en cuanto a su trabajo frente al VIH y esto tiene que ver con que Latinoamérica no es tan pobre como para recibir las ayudas internacionales ni tan rica como para tener sus propios recursos, entonces estamos en una situación que uno ve a la deriva”.
A lo que agregó: “En el mundo los números de VIH van disminuyendo pero en América Latina no están cayendo a la misma velocidad en términos de nuevos diagnósticos ni de mortalidad. Y la Covid afectó particularmente a AL y esto impactó en todas las enfermedades crónicas; en VIH ese impacto se ve a nivel del diagnóstico que cayó estos dos años; por ejemplo, en Chile disminuyó un 40%”.
Al analizar la respuesta de América Latina en cuanto al Covid-19 y el VIH, consideró que el primero golpeó al planeta en forma simultánea, aunque con algunas particularidades respecto al VIH: la carencia del estigma. “El Covid se contagia por el aire, todos nos podemos contagiar, no necesitás tener una conducta de riesgo en particular. Entonces alguien que tiene Covid hoy no es discriminado y esa es una diferencia enorme respecto de una persona que vive con VIH”.
En este sentido, destacó que, si bien el VIH afecta más a las personas con menores ingresos y además genera cuadros más graves porque su salud se encuentra más deteriorada, el Covid-19 afecta a todo el mundo; en cambio en VIH es mucho más marcada esa diferencia en el acceso a la salud y en el diagnóstico según los recursos económicos.
Por otro lado, sostuvo que el Covid generó una reacción mundial, a diferencia del VIH: “en VIH sólo tiene mucha ayuda internacional África, algo recibe Haití y el Caribe, pero la distribución y el acceso a salud en VIH es muy desigual en el mundo”, resaltó.
La especialista apuntó contra la falta de capacitación y concientización para paliar el estigma, uno de los principales problemas a la hora de llegar al diagnóstico: “Creo que faltan cosas distintas en cada región. En principio faltan diagnósticos, todavía en muchos lugares es muy engorroso hacerse un test no sólo por el estigma, sino porque para conseguir un turno hay que ir muy temprano o perder un día de trabajo. En Chile son cinco visitas entre que se pide el turno y le dan el resultado”.
En cuanto a los tratamientos, consideró que han mejorado, son seguros y eficaces, pero reconoció que hay países con dificultades en el acceso, como por ejemplo Venezuela.
A nivel de prevención la falta de educación sexual es uno de los principales inconvenientes. “El VIH dejó de ser noticia, no es más tema de una sobremesa, no se enseña en muchos colegios, las nuevas generaciones no tienen esas imágenes terribles que vimos nosotros”, lamentó.
“Prevención y testeo serían dos factores muy importantes en los que habría que hacer mucho hincapié”, culminó.|