El día mundial del autismo se celebra en todo el mundo el día 2 de abril por iniciativa de las asociaciones internacionales de autismo para hacen valer y visibilizar la importancia del problema.
El lema para este año es: ''Puedo aprender. Puedo trabajar'' refleja ''la realidad de que en los últimos 25 años hemos aprendido que hay una diversidad enorme de casos de TEA. Tenemos desde personas que necesitan ayuda las 24 horas del día hasta gente que estudia o da clases en la universidad'', explicó el psiquiatra infantil y de la adolescencia de Policlínica Gipuzkoa, Joaquín Fuentes. “Por eso es importante, llamar la atención este año y decir ''No se confunda. Yo puedo aprender y yo puedo trabajar'', añadió.
''Es un problema que no desaparece y que tenemos que apoyar'. Es el más frecuente de todos los trastornos típicos graves de la infancia como quedó demostrado con el estudio ASDEU que realizamos hace dos años con fondos europeos y en el que participaron el 70% de los centros escolares de Gipuzkoa y que vino a demostrar, por primera vez en la historia, una frecuencia real del autismo del 0,6% de la población'', añade.
Joaquín Fuentes es un pionero en la investigación sobre el autismo en España. Durante años ha compatibilizado su labor en programas internacionales con su trabajo como asesor en GAUTENA y su consulta en Policlínica Gipuzkoa, liderando numerosos estudios de investigación y ensayos clínicos en la Fundación Policlínica Gipuzkoa.
''Hace 25 años, cuando yo empecé en Estados Unidos rotando y estudiando sobre autismo, solo diagnosticábamos aquellos casos que eran dramáticamente complejos, como los que salían en las películas, pero hemos aprendido que la realidad es que hay una diversidad enorme de casos. Los cambios hoy son brutales en cuanto a los avances realizados en diagnóstico, por ejemplo, hoy podemos diagnosticarlo en niños y niñas de 18 meses y el futuro se presenta muy esperanzador en cuanto a los tratamientos, ya que el inicio temprano del apoyo importa realmente'', ratifica.
Lo que está claro para Joaquín Fuentes a la vista de todo lo que se ha descubierto en los últimos 25 años sobre autismo, es que hay que estudiar y tratar cada persona con un programa de apoyo personalizado. ''He visto personas con autismo que han estudiado tres carreras y que acaban trabajando como guía de montaña'', refiriéndose a las dificultades que estas personas tienen a la hora de enfrentarse y superar una entrevista laboral.
Futuro esperanzador
El desarrollo de un ensayo clínico es un proceso muy complejo y muy exigente que en el caso del autismo puede deparar pronto importantes novedades. La Bumetanida, un medicamento que según informa, ''parece que puede servir para muchos; porque mejora la comunicación y la socialización''.
Por otro lado, Fuentes ha sido invitado a formar parte próximamente del primer ensayo clínico de la historia que ''investiga la medicina de precisión en el autismo''. ''Se trata de un ensayo clínico gestionado en Suiza y EE.UU. que busca identificar tratamientos concretos para personas concretas, porque dentro del autismo hay subgrupos, que con esta medicina de precisión se podrían identificar y tratar de forma personalizada'', concluyó.|