¿Estás contenta 100% con tu físico? Es probable que tu respuesta sea negativa. Y es que se calcula que un tercio de las mujeres y un cuarto de los hombres presentan “insatisfacción corporal”. Eso significa que una gran cantidad de personas no se encuentra a gusto con su aspecto. Es lógico que ocurra, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad en la cual se da muchísima importancia al físico.
Pero es momento de reaprender a amar tu cuerpo tal y como es, de reconciliarte con él para sentirte plena y feliz. Piensa que la negatividad bloquea y, guiándote por ella, te será muy difícil propiciar cambios.
Mary Evans Young tuvo la idea de celebrar el día sin dietas cada 6 de mayo desde 1992. Esta mujer padeció anorexia y decidió luchar contra la industria de productos dietéticos.
Para ello, Evans se propuso varias metas, entre estas llamar la atención acerca de la ineficacia de muchas de las dietas comerciales, pues no importa en cuántas formas se presenten, el objetivo de estas casi siempre es restringir la ingesta de nutrientes y la energía por debajo de lo que realmente necesita el cuerpo para sostenerse.
«Entré en acción tras haber visto un programa de televisión en el que las mujeres se hacían intervenciones quirúrgicas para bajar de peso. Lo decidí cuando me enteré que una chica de 15 años se había suicidado porque le tomaban el pelo precisamente a raíz de su peso», señaló Evans Young en una entrevista. La primera edición de la jornada «anti-dietas» tuvo lugar con un picnic en Hyde Park de Londres: ese día llovió y por lo tanto la celebración terminó en la casa de Evans.
Al año siguiente la iniciativa comenzó a crecer y se celebró tanto en los Estados Unidos como en Canadá y Australia. Entre los principales objetivos de la jornada se destacan el de aceptar el peso que uno tiene, hacer trabajo de sensibilización contra las discriminaciones por el peso, generar conciencia sobre el hecho de que muy probablemente quien comienza una dieta no logrará alcanzar la meta planteada.
«Lo que queremos es alentar a la gente para que lleve un estilo de vida saludable, sin la obsesión no solamente por su peso sino por las medidas de la ropa que usa», indica el National Center for Eating Disorders de Canadá.
La obsesión por la dieta -añade el centro canadiense- puede incluso llegar a ser peligrosa, visto que el 30% de las niñas entre 10 y 14 años han hecho precisamente una dieta pese a que su peso es normal. Lo mejor es, en otras palabras, apuntar hacia un estilo de vida saludable, como indican dos estudios publicados en estos días.
En la actualidad, esta fecha propone un nuevo concepto de vida saludable sin dietas extremas y cuestionando la existencia de un peso ideal basado en la altura y otras características, así como la propia idea de un cuerpo perfecto femenino y masculino.
7 pasos y consejos para mejorar la dieta
El especialista, que participa de forma habitual en jornadas dirigidas a la población sobre estos aspectos desde el MD Anderson Cáncer Center, indicó las pautas básicas que podrían convertir en más saludable nuestra dieta:
1º Dieta variada y adaptada a las necesidades: esta sería la base de toda alimentación saludable y supone seguir una alimentación en la que el consumo en calorías se adecue a nuestras necesidades energéticas.
2º Elaboraciones culinarias sencillas y cortas: que preservan los componentes de los alimentos y que deben primar por encima de los alimentos y platos precocinados.
3º Más verdura y fruta a la dieta: existe un déficit en el consumo de estos productos tanto en los niños como en los adultos. Hay que dar preferencia a la fruta de temporada y cruda. Hay que tomar la fruta completa y no sólo en zumo. Si se pueden mezclar a diario dos componentes por colores: dos de color rojo y dos de color verde para conseguir así los distintos componentes funcionales que nuestro cuerpo necesita.
4º Disminuir el consumo de carne precocinada y de aditivos grasos: si se emplea aceite para la preparación de una comida, evitar utilizar además alguna otra salsa añadida como la mayonesa. La idea es ser lo más sencillo posible en la elaboración y adaptarse a las necesidades personales por edad y condición física. Las carnes rojas se deben disminuir en gran medida por la grasa añadida que incorporan.
5º Reducir el consumo de alimentos precocinados: en los que se incluyen componentes grasos que no son útiles para el cuerpo. Una vez más se debe optar por la sencillez culinaria.
6º Primar los azúcares no refinados: sobre todo en el caso de frutas y verduras que tienen un azúcar más útil que los azúcares añadidos presentes en zumos, lácteos y otros productos envasados. Una alternativa al azúcar blanco puede ser los edulcorantes de origen vegetal como la estevia.
7º Inclusión de factores de prevención en la dieta: dependen de los riesgos en cada población e individuo. Este tipo de carencias se han demostrado en encuestas nutricionales de población que señalan la importancia de incentivar el consumo de vitamina D o de ácido fólico cuando están por debajo de los niveles óptimos.|