Las agotadoras negociaciones del Gobierno con la burocracia China parecen ver la luz al final del túnel, luego de que el Estado nacional cerrara un contrato comercial con la empresa farmacéutica Sinopharm.
El acuerdo, a la medida del plan diseñado por el Frente de Todos para enfrentar la pandemia, es por la provisión de 1 millón de dosis, que llegarán a suelo argentino a fines de este mes.
Pero antes de que el pinchazo se aplique en los brazos de los argentinos, la Anmat deberá aprobar el uso de la vacuna china, tras lo cual se firmará formalmente el contrato con Beijing.
La Casa Rosada calcula que el primer embarque llegará hacia fines de febrero, ya que el viernes 12 comienza el Año Nuevo Chino y toda la burocracia estatal se detiene por diez días corridos. Cuando este período festivo concluya y la Anmat anuncie la aprobación, Sinopharm autorizará la remisión del millón de dosis hacia Buenos Aires.
Arduas negociaciones
El Estado argentino pagará 40 dólares por cada vacuna -son dos dosis- y Sinopharm proveerá a la medida de los pedidos ordenados por el Ministerio de Salud, cuyo titular, Ginés González García, reconoció la semana pasada que las principales trabas de las conversaciones se basaban en la cantidad y el precio.
"Hemos trabajado intensísimamente desde el primer día con ellos, pero las dificultades que hay hoy es que el precio es elevado y necesitaríamos, en tiempo corto, un millón de dosis, mientras que China quiere un contrato formal por muchas más dosis, y vale el doble que las otras vacunas”, adujo, aunque aseguró que “igualmente la negociación no está cerrada".
El gobierno de Xi Jinping pretendía un contrato por 30 millones de dosis, una oferta que era rechazada por la Casa Rosada. Frente a ello, el flamante embajador en China, Sabino Vaca Narvaja, planteó al gobierno asiático que Alberto Fernández no estaba de acuerdo en firmar el contrato con esas condiciones comerciales. Al final, Xi mediante, se logró que Sinopharm aceptara un acuerdo que satisface los intereses de ambas partes, informó Infobae.
Ahora, el Ministerio de Salud y Sinopharm esperan por la autorización de la Anmat para suscribir el contrato comercial que habilita la remisión de los embarques hacia suelo argentino. Desde Balcarce 50 aseguran que la revisión científica está adelantada y que el organismo haría el anuncio oficial en los próximos días.
China de fiesta y Rusia atrasado
Luego de la habilitación para la aplicación de la vacuna, el trámite logístico y administrativo para el envío dependerá de una tradición milenaria: el año nuevo chino. Son diez días de feriado público que retrasarán la llegada de las vacunas a este lado del planeta.
Ni los apuros de la pandemia ni el poder que ostenta Xi Jinping podrían lograr que se suspenda la festividad para remitir las dosis a Buenos Aires y a cualquier otra parte del globo.
En ese horizonte, el plan nacional de inmunización depende todavía de la Sputnik V, que tiene atrasada su producción por la demanda global. Sin embargo, Vladimir Putin prometió a Alberto Fernández que las dosis llegarán durante este mes, por lo cual ya está listo un avión de Aerolíneas Argentina que partiría hacia Moscú apenas cuando se confirme el embarque.
Si las dosis rusas finalmente llegan durante este mes y la Anmat autoriza a Sinopharm, el plan oficial contra el Covid-19 se verá reforzado ante el avance del virus, cuya segunda ola se espera para el otoño. Mientras tanto, en el stock del Ministerio de Salud, quedan muy pocas Sputnik V que arribaron en enero”. |
