Uno de los datos indelebles del Covid es la distribución porcentual, según la gravedad de la infección: 80-15-5. Hace 20 meses cruzamos los dedos para, llegado el caso, entrar en el 80% de asintomáticos/leves, y no en el 15% de moderados-graves, o en el abrumado 5% de severos-letales. Sin embargo, hace unos días la curva de infectados sube en la forma de una incómoda colita. Si surgiera otra ola, ¿cómo se reformularía (vacunación mediante) ese 80-15-5?
Varios expertos consultados acordaron en que esos porcentajes no serán los mismos. Lo deducen por la experiencia con la variante Delta en los países con altas tasas de vacunación y cifras incalculables de población inmune por infección "salvaje", dos cualidades que le calzan perfecto a la Argentina. También acordaron que el desafío de retrotraer las flexibilizaciones actuales después de tanto desearlas podría ser inmenso.
Desandar ese camino tendría un objetivo lógico: cuidar a la población más vulnerable frente al SARS-CoV-2, las mismas personas con inmunocompromiso que para varios especialistas ya deberían estar en fila para recibir una vacuna de refuerzo (o tercera dosis).
Pedro Cahn, director de Fundación Huésped, a cargo de varios estudios clínicos de vacunas en fase 3 (como la de Cansino) y asesor del Gobierno de Alberto Fernández, en especial toda vez que se precisó dotar de crédito académico los anuncios del rumbo sanitario. También, con Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica y una voz que en estos meses sobresalió por cierto posicionamiento “independiente” de las decisiones oficiales.
Y Enrique Bassat, epidemiólogo e investigador del Instituto de Salud Global (IGLobal) de Barcelona, España, que sigue de cerca las curvas de la variante Delta en Europa, continente que desde el “vamos” estuvo un paso adelante en el agotador tránsito por la pandemia.
Hace un par de semanas el coronavirus pasó a ser el último orejón del tarro en las noticias argentinas. La amenaza de Delta parecía diluirse. Ahora, esa variante está tiñendo el espectro local del SARS-CoV-2. Cahn sugirió mirar las curvas de Our World in Data. Con cautela, “monitorear” lo que pasa en distintos países y molesta esa colita que sube en Argentina. Es cierto que son pocos casos, si se lo compara con las 33.000 determinaciones positivas diarias (promedio semanal) que se registraban en mayo.
El 10 de octubre, por ejemplo, se contabilizaron solo 874 casos de Covid en todo el país, promedio semanal. Unos días después, rondan los 1.000. ¿Debería preocuparnos? Depende de cómo juegue (a favor o en contra) el aprendizaje social de la pandemia. Por ahora, la tendencia se regionaliza.
Brasil dibuja una curva tímida que por ahora no termina de subir. Parece que lo hará. Paraguay, con poquísimos casos, sube. También Chile, que en dos semanas tuvo un alza del 58%. Sin embargo, solo tienen 250 casos por día. Desde la cartera de Salud remarcaban este lunes que la suba no se traduce en más internaciones. Nadie duda de que los casos empezaron lentamente a subir. Pero pocos se animan a estimar el umbral de esa suba. Y mucho menos, la magnitud del impacto.
“Las cifras que tenemos hablan de un 25% de circulación de Delta, pero hay datos del (químico investigador del Conicet-UNC, especialista en Bioinformática) Rodrigo Quiroga que afirman que en el AMBA supera el 40% y el Gobierno ya admite el 50 por ciento. Esto va a dar un incremento en el número de casos”, estimó Cahn.
Cuando el médico habla de “monitorear”, se refiere a “mantener la máxima apertura con el mínimo de cuidados para evitar una situación crítica”. En particular, "mirar si esa colita se transforma de repente en una flecha”. Debbag lo dijo con sus palabras. Habló de “desaceleración del descenso”. “Está ocurriendo en muchos países. Algunos tienen cien casos, otros mil y otros más de mil. Lo que pasa es que Latinoamérica es diferente porque, salvo Costa Rica y México, Delta no impactó realmente", recordó. Acá, siguió, "se estima que ese ingreso podría estar retrasado, producto de la cantidad de casos de la segunda ola”. Es el tema de siempre: cuánta gente se infectó realmente en Argentina.
Coronavirus por continente
Según Debbag, “este año hubo más de 3,6 millones de casos de coronavirus con PCR positiva. Pero hay un coeficiente de corrección de entre 3 y 4, así que es posible que unos 10 millones hayan tenido la infección”. Para el médico, “si esto fue así, hay millones de habitantes en las urbes con alta inmunidad por la enfermedad salvaje". O sea que, "más allá de los miles de fallecimientos lamentables, habría una inmunidad robusta en este momento, ya que todavía no pasaron los ocho o nueve meses en los que se espera una caída, en ese sentido".
“No me canso de decir que las vacunas superaron incluso mis propias expectativas”, sonrió Cahn, antes de esbozar que el 80% de los casos leves y asintomáticos podrían traducirse -en etapa etapa mediada por vacunas- en un 90% de los casos. En otras palabras, con el 55% de la población con esquema completo y casi el 70% con una dosis, una nueva ola en Argentina tendría características no conocidas hasta ahora.
“En el Reino Unido Están teniendo unos 36.000 casos diarios, promedio semanal, pero no tienen incremento en la mortalidad y en la hospitalización”, ejemplificó el médico. “Evidentemente, la proporción 80-15-5 tendrá que modificarse”, explicó, y recordó: “La mayoría de los pacientes con destino fatal son no vacunados. Por eso, el desafío ahora es salir a buscar a entre un 10% y 15% de pacientes adultos que no están inmunizados, lo que nos genera preocupación”.
Desde España, Bassat opinó en la misma dirección: “El 5% de los casos más graves y decesos parece disminuir, siempre y cuando la población esté vacunada. O sea, se amplía el alcance de los grupos asintomáticos, leves y moderados”. Sin embargo, aclaró: “Aunque las vacunas demostraron funcionar muy bien contra la enfermedad grave, no necesariamente evitan la infección. Si suben los casos por Delta, seguramente van a ver muchas infecciones. Muchísimas, sin dudas, asintomáticas o poco sintomáticas”.
En definitiva, cerró, Cahn, aunque “Argentina puede esperar un incremento progresivo de casos en las próximas semanas, está la expectativa de que no venga acompañado de más internaciones o decesos”. Pero siempre que se cumpla “lo que los británicos llaman 'vacunación plus'. O sea, vacunación más las otras medidas. Barbijo, espacios ventilados y distanciamiento”.|