Sicarios, poder y venganza: la historia detrás del triple crimen en Rosario – Negocios & Política
 

Giro inesperado |Sicarios, poder y venganza: la historia detrás del triple crimen en Rosario

Una boda de alto tenor en Puerto Norte terminó con la vida de tres personas que estaban invitadas al evento. Un hombre de 33 años y su bebe de un año fueron baleados y posteriormente su mujer apareció calcinada en el interior de un auto. Las relaciones familiares y la pantalla casamentera para ocultar los motivos.
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La felicidad de la noche de ese viernes se vio empañada por el triple crimen que ocurrió a la madrugada del sábado y que conmocionó a toda Santa Fe. Un hombre de 33 años, su bebe de un año fueron baleados y luego su mujer apareció calcinada en el interior de un auto estacionado en una zona rural cercana.

El hecho sucedió poco después de que se retiraran de un casamiento en el salón de fiestas Campos De Ibarlucea, un barrio cerrado ubicado en Avenida de Los Incas y Los Mayas. Pero el evento no era con personajes del cotidiano: la esposa de la boda tenía arresto domiciliario por una causa federal, y al evento asistieron invitados en autos de alta gama, y de hecho contaron con la presencia de los cantantes de cumbia Sergio Torres y “Chanchi”. Previo al evento realizaron una serie de fotos en el hotel Puerto Norte de Rosario.

A menos de dos semanas del crimen, en las calles de Rosario “se comenta” que el triple crimen de Ibarlucea, cometido a la salida del “casamiento narco”, habría sido una venganza contra Iván Maximiliano Giménez. “Cerebro”, uno de los apodos de Giménez, llevaba poco tiempo en el rubro. Su primer contacto con el narcotráfico habría sido por una invitación de su pareja, Érica Romero, que era hija de otro narco conocido de la ciudad: “Manco” Romero. Y una de las tareas de las que se encargaba Giménez lo llevó a acercarse a las inmediaciones del río Paraná, uno de los “puntos” preferidos de los narcotraficantes paraguayos, para cruzar cargamentos de marihuana.

Iván Maximiliano Giménez, su pareja Érica Vanesa Romero y su hija Elena.

Ese  “trabajo tercerizado”, estaba ligada a Esteban Lindor Alvarado, líder de uno de los dos grupos más fuertes de Rosario, hoy detenido en el Complejo Penitenciario II de Marcos Paz. Giménez juró que perdió el cargamento; que los kilos quedaron flotando sobre el río y que les perdió la vista. El tema es que los narcos rosarinos que lo habrían “contratado”, debieron hacerse cargo de los 42 kilos extraviados, cuando en 2021 el kilo de marihuana costaba cerca de 30 mil pesos lo que significó pérdidas de entre 4,5 y 6 millones de pesos. Pero las mentiras tienen las patas cortas y “Cerebro” no solo dejo de pedirles trabajos y cargamentos sino que se rumoreaba que estaba ofreciendo marihuana… la que juraba haber perdido.

Otra de las actitudes de Giménez que habría molestado en el grupo narco para el que trabajaba es que los dejó por otro grupo junto con los “novios” de la fiesta: Esteban Enrique “Pinky” Rocha y Brisa Milagros Leguizamón, procesados en una causa por narcotráfico por la Justicia Federal de Rosario. Según lo confirmó el fiscal Gastón Ávila, a cargo de la investigación, los recién casados eran vendedores independientes de “segundas líneas”, es decir, los que le compran a los "jefes", para revender en pedidos de 500, 250 o 100 gramos.    

Esteban y Brisa, habrían invitado a Giménez y a su mujer a trabajar para el mismo grupo que ellos. Esteban y Maximiliano serían grandes amigos, de ahí los apodos “Pinky” y “Cerebro”. “Trabajar” Brisa, la novia, se crio en el barrio Tablada. El mismo barrio de crianza de Vanesa Barrios, la mujer de “Guille” Cantero, líder de Los Monos. Esa vinculación habría sido primordial para la relación de los novios con el grupo de la familia Cantero.

Esteban Enrique Rocha, alias “Pinky”, y Brisa Milagros Leguizamón Ferreyra, los novios.

"Venite. Si proveedores hay por todos lados; la droga nunca va a faltar, los clientes tampoco", podría haber sido, la propuesta a Giménez para asistir a la boda. La vinculación con los Cantero, dicen, era mínima. Pero existía. Lo que las bandas narcos tienen en claro es que lo que paso, sentó un precedente: la muerte de Elena, la bebé de un año de Romero y Giménez. Se cree que los sicarios no sabían que estaba en el auto.

Los detalles del caso

Fuentes judiciales y policiales informaron que el hecho ocurrió a la madrugada, alrededor de las 4, cuando una pareja con su pequeña hija salió del salón de eventos, ubicada a 7 kilómetros al noroeste de Rosario, denominado "Campos de Ibarlucea". En el lugar, que forma parte de un barrio cerrado, se había celebrado un casamiento.

Mientras circulaban por la ruta nacional 34S en sentido a Rosario en un automóvil marca Audi, fueron atacados a balazos desde una camioneta Amarok por sujetos que tras disparar escaparon. El conductor y su hija resultaron heridos y alcanzaron a regresar al salón de eventos, desde donde fueron trasladados por un particular al Hospital Eva Perón de la localidad de Granadero Baigorria, el más cercano. Al llegar, los médicos de la guardia constataron que ambos ingresaron muertos como consecuencia de las heridas de bala recibidas.

Los investigadores indicaron que la mujer fue hasta el hospital a bordo del Audi, pero tras recibir la confirmación de las muertes dejó el lugar, lo mismo que la persona que había llevado a los heridos. Personal del centro de salud dio aviso a la Policía, que un rato más tarde encontró en un camino rural cercano a Ibarlucea el Audi quemado y con un cuerpo de mujer calcinado en el asiento del acompañante, que sería la pareja del hombre asesinado, indicaron fuentes de la pesquisa.

En el lugar del asesinato personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) secuestró 9 vainas servidas de calibre 9 milímetros que fueron enviadas a peritar por orden del fiscal. El hombre asesinado de varios disparos fue identificado por la Policía como Iván Maximiliano Giménez (33), y la niña que también fue alcanzada por las balas se llamaba Elena y tenía un año y medio.El cuerpo de la mujer encontrado calcinado en el Audi fue enviado al Instituto Médico Legal de Rosario (IML) para su identificación, pero indicaron que sería la pareja de la víctima, llamada Érica Vanesa Romero (37).

La madre de la mujer se presentó en el hospital y reconoció a Giménez y a su nieta, tras lo cual brindó la identidad de su hija, quien le había avisado que concurrirían a un evento en Ibarlucea.  El encargado del salón de fiestas contó a la Policía que el festejo concluyó alrededor de las 4 y, mientras se producía la desconcentración de los invitados, un grupo de personas regresó a los gritos. Cuando el hombre, sorprendido, preguntó qué ocurría, le dijeron que "se escuchaban tiros a la altura del canal Ibarlucea", un pequeño arroyo ubicado cerca.|

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