"Era muy sofisticada y muy elegante", dijo Kate (su nombre real está protegido), la segunda testigo que declaró en el caso contra Ghislanie Maxwell, ex pareja del magnate, Jeffrey Epstein. Allí, en pleno detalle, dio a conocer las maniobras que la mujer llevaba adelante dentro de la "socialite" británica para captar jóvenes que mantuvieran relaciones carnales con los alitos del poder.
Maxwell, se ha declarado no culpable de los seis cargos que se le imputan, entre ellos, el de tráfico sexual de menores para Epstein, quién tras las acusaciones, se suicidó mientras aguardaba en la cárcel. Kate lo conoció en 1994 cuando tenía 17 años.
"Era impresionante", dijo la joven por la bella Maxwell, quién le dio su número de teléfono y unas semanas más tarde la invitó a tomar el té en su casa en Londres. "Me sentí realmente especial", reconoció Kate. "Sentí que este nuevo contacto podría ser importante para mí. Como si alguien me quisiera, que quisiera ser mi amiga".
Cautivadora, le hablaba “maravillas de su novio, que era un filántropo y le gustaba ayudar a los jóvenes y que yo le gustaría", dijo Kate. A la semana siguiente, Maxwell invitó a Kate a conocer a Epstein en su casa de Londres y le pidió que le "diera un masajito en los pies" y en los hombros. Este se desnudó en una camilla de masajes en una habitación en penumbra en la casa de la acusada, quien abandonó la habitación y cerró la puerta.
El masaje terminó en una relación sexual, de la cual Maxwell le preguntó "cómo había ido y si le había gustado". "Parecía muy excitada y contenta", dijo Kate. Con este testimonio, la acusación quiere ilustrar la participación de Maxwell en el esquema de captación de jovencitas con fines sexuales y corroborar las declaraciones de otras denunciantes. Kate volvió varias veces a su casa y le dijo que "obviamente, le gustaba mucho" a Epstein.
Kate siguió viendo a la pareja durante varios años y viajó a las propiedades de Epstein en Palm Beach, Nueva York y el Caribe. "No sabía cómo decir que no", confesó, y aseguró que nunca había reclutado a otras jóvenes. Asimismo, confirmó que vio fotos de menores en la casa de Palm Beach, donde había otras jóvenes mucho más jóvenes que ella.
El caso es que la joven, no se despegó del magnate hasta pasado los 30 años: "Tenía miedo de apartarme porque había visto lo conectados que estaban" Maxwell y Epstein. Maxwell "parecía conocer a todo el mundo".
"Me dijo que era amiga del príncipe Andrés, de Donald Trump", confesó Kate, quién aseguró que recibió 3,25 millones de dólares del fondo de víctimas de Epstein y que en el caso actual para ella no hay financieramente nada en juego.
Otra testigo que se presentó con el seudónimo de "Jane" declaró la semana pasada que tenía 14 años cuando Epstein empezó a abusar de ella y que Maxwell a veces estaba presente e incluso participaba. Maxwell, hija del que fuera magnate de la prensa británica Robert Maxwell, se enfrenta a una condena perpetua si el jurado la encuentra culpable. |