A modo de calmar las aguas, por medio de una nota dirigida a los 28 clubes de Primera División, Marcelo Tinelli informó que convocará a elecciones el próximo 31 de marzo, dando lugar a un sucesor de su mandato que sea electo por consenso. Con esta modalidad, el presidente de la Liga aclaró que dará un paso al costado pero no renunciará hasta que alguien ocupe su lugar.
De esta manera, los 15 clubes que organizaban en consenso la salida de Tinelli, apuntalados por el presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, tendrán su instancia para elegir quien organizará la Liga. La movida de los dirigentes disidentes, que tienen a Cristian Malaspina, mandamás de Argentinos Juniors, había sido tomada como un "golpe artero" y una "desestabilización institucional" por Tinelli. Pero el conductor había podido descansar gracias al apoyo de la Rosada y así tener tiempo para ir por una salida "menos agresiva".
Los cambios pretendían ser mucho más violentos, ya que buscaban descabezar también al presidente de Banfield, Eduardo Spinosa. En la votación también estarán incluidos Tigre y Barracas Central, recién llegados desde la Primera Nacional.
¿Qué le cuestionaban a Tinelli? Además de sus repetidas ausencias en las reuniones del Comité Ejecutivo, le achacaban que no trabajaba para ayudar a la economía de los clubes al no renegociar los contratos con la televisión y demorar la puesta en marcha del negocio de las apuestas online. También la falta de insistencia ante el gobierno nacional para revertir la derogación del decreto 12-12 (N. de la R. que eliminó rebajas en las cargas impositivas a los clubes) solucionar los problemas de seguridad y garantizar un tipo de cambio favorable. Son reclamos que, según el entorno de Tinelli, también tienen como principales responsables a la AFA de Tapia y, en menor medida, al gobierno nacional.
La salida "democrática" de Tinelli cuenta con la complicidad de los cinco clubes grandes, incluidos Racing, Independiente y Boca, que había dicho presente en la reunión de disidentes del 30 de diciembre. Estos clubes, tendrán, una participación activa en la nueva estructura de la Liga, a diferencia de lo que venía sucediendo en los últimos tiempos. Sin embargo, ninguno de los grandes iría a la Presidencia, un lugar que sería ocupado por alguien que logre reunir el consenso de los 28 clubes de Primera División y que represente, en la medida de lo posible, a una institución ordenada.
En cuanto a Tinelli, si bien debería volver en mayo a San Lorenzo parece difícil que siga vinculado en la rosca grande del fútbol argentino una vez que entregue el mando de la Liga Profesional. Sin embargo, desea ocuparse de cuestiones familiares y, a su vez, recuperar terreno en su faceta artística luego de un año en que el rating, por primera vez en mucho tiempo, le dio la espalda.
Por eso, más allá de sus sabidas ambiciones de crecer en las arenas de la política y de su compromiso asumido en San Lorenzo, todo parece indicar que volverá a poner sus energías a pleno en la industria del show business, esa que desde hace 30 años lo colocó como una de las personalidades más influyentes del país y a la que el fútbol lo terminó erosionando por errores propios y roscas tan interminables como indescifrables.|