El asesinato de Lucas González conmovió a la sociedad argentina. Murió como consecuencia de por lo menos dos balazos que recibió por parte de efectivos de civil de la policía de la Ciudad. Incluso, el presidente de la Nación se solidarizó con la familia del adolescente que jugaba en la sexta de Barracas Central.
"Mataron a mi sobrino. Queremos pedir Justicia por Lucas. Lucas va a seguir en nuestros corazones y en los corazones de mucha gente", dijo Emanuel, tío del futbolista, en la puerta del hospital.
"¡Cuánto gatillo fácil! ¿Cuántos más tienen que morir? Estamos destruidos, tratamos de ayudar a la familia. Son gente laburadora, honesta. Son pibes honestos, trabajadores, de buenos ejemplos y vienen a destruirnos. Nos están matando como perros. Encima viene la policía, que es la que te tiene que defender, y te matan. Los políticos tienen que saber que los votamos por descarte. No hay nadie que nos solucione los problemas", dijo Gustavo, un amigo del padre del adolescente.
Tras los reclamos que comenzaron a manifestarse antes de declarar a Lucas muerto, los clubes de fútbol invadieron las redes sociales solidarizándose con el dolor de la familia y reclamando justicia con el hastag #justiciaporlucas.
El crimen
Un grupo de policías, los tres vestidos de civiles, intervino a los tiros a un auto en el que viajaban cuatro jóvenes. Por lo menos dos de esas balas fueron a parar a la cabeza de González, de 17 años, quien fue llevado rápidamente a El Cruce.
Fuentes policiales aseguran que se trató de una persecución tras la alerta de la Comisaría Vecinal 4C contra un grupo de jóvenes a bordo de un auto Volkswagen Suran azul que, aparentemente, se negaron a ser identificados y escaparon.
Según dicha versión, se siguió a los sospechosos desde la villa 21-24 hasta el cruce de las calles Alvarado y Perdriel, donde -a los tiros- detuvieron el vehículo con un saldo de un herido de bala (Lucas), dos detenidos y un joven que logró escapar.|