Christian Bragarnik, de atender un videoclub a codearse con el Real Madrid y el Barcelona – Negocios & Política
 

Entretiempo |Christian Bragarnik, de atender un videoclub a codearse con el Real Madrid y el Barcelona

A los 28 colgó los botines y desde ahí su carrera se mantuvo en franco ascenso en el mundo de los negocios del fútbol. En poco menos de 20 años, pasó de atender un videoclub en Flores a realizar transferencias a equipos grandes de Europa y adquirir la mayor parte de las acciones de un equipo de España. ¿Quién es el empresario que maneja los hilos del fútbol argentino?
Cristian Franchi
Deportes
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Cada vez que se abre el mercado de pases su nombre vuelve a estar presente. Christian Bragarnik ya no pasa desapercibido como cuando atendía un videoclub luego de su prematuro retiro como futbolista, hoy es una de las personas más influyente del fútbol argentino y aspira a ganarse un lugar en las grandes ligas, moviendo los hilos de varios clubes e incluso trascendiendo fronteras hacia México, Chile y España.

Nacido en el barrio porteño de Flores, con 28 años y a mediados de un caluroso diciembre de 1.999 el fútbol le dijo basta. Fue en la última fecha del Torneo de Primera D –última categoría del fútbol argentino- en un partido en el que su equipo, Yupanqui goleó a Atlas 7 a 2 y en el que él, que jugaba como mediocampista central no marcaría ningún gol, como a lo largo de todo el certamen.

Como la gran mayoría de los jugadores que militan en las categorías menores del fútbol argentino, Bragarnik no vivía de su actividad como futbolista. Por eso, a la par trabajaba en un supermercado chino, donde acomodaba cajas. Más tarde, comenzó a ganarse el mango en el videoclub Leiland, ubicado en el barrio porteño de Flores.

Hincha fanático de Vélez, en paralelo, empezó a grabar partidos de fútbol y editaba videos, oficio que había aprendido por trabajar en eventos sociales. Alguna vez, le hizo un VHS al intermediario Daniel Comba, también empresario ligado al espectáculo y la noche porteña, con jugadas de su representado ‘El Palomo’ Albeiro Usuriaga, futbolista internacional colombiano que jugó en Independiente y en el Santos de Brasil en los años noventa.

En plenas llamas del 2001, la crisis le dio una oportunidad. Mariano Monroy, un talentoso volante de Arsenal de Sarandí, quería seguir su carrera en el exterior y le comentó sus ganas al encargado de Leiland. Bragarnik le ofreció armarle un video con sus mejores jugadas y dárselo a otro cliente del videoclub, con contactos en el Cruz Azul de México. Finalmente, aunque la “Máquina Cementera” no fue el destino de Monroy, sí se concretó su venta al Irapuato, de la segunda división azteca.

Esa transferencia le dio la posibilidad de conocer a ‘Julito’ Grondona, hijo del ex presidente de la AFA, Julio Humberto Grondona. Pero no fue solo eso, los empresarios dueños del Irapuato –donde había sido transferido Monroy- lo llevaron a trabajar a México, dentro del Club Querétaro de primera división, donde comenzó como secretario y finalizó como Presidente. Allí también inició relaciones con otro equipo mexicano, Xolos de Tijuana, donde trabajó como asesor.

Una investigación sobre el origen del dinero que se movía entre esos dos clubes –se sospechaba que provenían del narcotráfico- concluyó con la estadía del hábil Bragarnik en México, regresando a Argentina para comenzar otro capítulo de su vida.

El inicio de un imperio

Con puentes tendidos entre México y Argentina y con una gran cartera de futbolistas y entrenadores, en el 2009 llegó a Florencio Varela donde presentó un proyecto al Club Defensa y Justicia. Los resultados fueron casi inmediatos, en poco más de 10 años el “Halcón” se salvó del descenso a la B Metropolitana, ascendió y se mantuvo en Primera División y tocó el cielo con las manos al obtener la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana al vencer al poderoso Palmeiras de Brasil.

Bragarnik comenzó a escalar y para en la temporada 2014/15, los entrenadores de Racing, Diego Cocca y de Independiente, Jorge Almirón eran manejados por él. Para el mercado de pases del 2016, llevó a Darío Benedetto desde el América de México a Boca Juniors, un pase fundamental en la carrera del ex empleado del videoclub de Flores, que empezaba a hacer migas nada más y nada menos que con Daniel Angelici.

Con la consolidación de su empresa Scorefutbol S.A, el ex volante central de Yupanqui recibió la oferta más deseada por cualquier representante, manejar la carrera de Diego Armando Maradona. El 10 quería relanzar su carrera como director técnico y su abogado, Matías Morla, organizó una reunión con Bragarnik. La idea era que el empresario lo ubicara en algún club del fútbol argentino, sin embargo, el intermediario le recomendó resetear su periplo como entrenador en México. Diego aceptó y Bragarnik lo colocó en uno de los equipos del Grupo Caliente, Dorados de Sinaloa, donde permaneció durante dos temporadas y siendo clave para el arribo de Maradona a Gimnasia y Esgrima La Plata.

El mejor gol de todos

Hoy desde el despacho de su empresa en Puerto Madero, en la que cambió el viejo cuadro de Tony Montana de Scarface por el de Diego Maradona en el mundial del 86, Bragarnik maneja la carrera de casi 200 jugadores y unos 30 entrenadores.

Tiene intereses en clubes de Argentina, México y Chile, donde junto a la empresa Andes Inversiones Deportivas compró el club Unión La Calera, institución en la que suele colocar a varios de sus jugadores argentinos y en la que en más de una oportunidad, se lo acusó de realizar triangulaciones para evitar gastos fiscales.

A mediados del 2019 logró cruzar charco. En Europa gestionó las transferencias de Darío Benedetto de Boca al Olympique de Marsella y de Lisandro Martínez de Defensa y Justicia al Ajax de Países Bajos. Sin embargo, en diciembre de ese mismo año llegó la frutilla del postre cuando adquirió el 58% de las acciones del Elche de España, que en ese momento jugaba en segunda división.

Gracias a la buena sintonía entre el empresario y el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, la Selección Argentina jugó un amistoso ante Venezuela en el estadio Martínez Valero, en el que al Elche le quedaron 50 mil dólares.

Hoy en día con 50 años, Christian Bragarnik, el ex volante de Yupanqui que a los 28 colgó los botines y que luego atendió un videoclub en Flores ya tiene en su poder el 90 por ciento –aspira a tener el 99- y el equipo y sus relaciones se codeas con el Real Madrid y el Barcelona. |

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