Delito y TV: espectáculo asegurado – Negocios & Política
 

Reseñas |Delito y TV: espectáculo asegurado

En “El delito televisado” se presentan los resultados de un equipo de investigadores del campo de las ciencias sociales que abordó el estudio integral del circuito productivo de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad en los noticieros televisivos de las cuatro ciudades más grandes de la Argentina, entre 2016 y 2020. El infoentretenimiento como formato y la espectacularización como mecanismo de venta.
Adrián Machado
Sociedad
Adrián Machado
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Una de las apariciones editoriales más atractivas del primer trimestre del año en cuanto a investigación sobre medios y sociedad es “El delito televisado – Cómo se producen y consumen las noticias sobre inseguridad y violencia en la Argentina (2016-2020)”, publicado por Editorial Biblios y editado por Gabriel KesslerMartín BecerraNatalia Aruguete y Natalia Raimondo Anselmino

A lo largo de nueve capítulos y más de 300 páginas, el texto expone y analiza el circuito de producción que concluye con la presentación del delito en la televisión argentina. Este circuito incluye las condiciones de estructuración del sector de las comunicaciones, las rutinas de trabajo, los criterios, operaciones y encuadres editoriales, su puesta en el aire y su recepción por parte del público. Para comprender la configuración discursiva del delito, la violencia e inseguridad, afirman los editores, es necesaria la observación sistemática y el análisis de la trastienda de la producción informativa y su materialidad precaria, así como los sentidos que la audiencia le asigna a las piezas noticiosas exhibidas. De esa manera se presenta el diálogo entre la agenda mediática y la agenda pública.

“Este libro presenta los resultados de un equipo de investigadores del campo de las ciencias sociales que abordó el estudio integral del circuito productivo de las noticias sobre delito, violencia e inseguridad en los noticieros televisivos de las cuatro ciudades más grandes de la Argentina, entre 2016 y 2020”, sintetiza el texto a modo de presentación.

Asentado hace tiempo como una preocupación ciudadana, la “inseguridad” o “seguridad” forma parte estable de los noticieros televisivos. Como mencionábamos, “El delito televisado” indaga en la totalidad del circuito productivo de este tipo de noticias, pero en este artículo nos interesa recuperar la noción de “espectacularización” relacionada a la producción audiovisual informativa ligada al delito.

El capítulo “Noticieros: espectacularización y rutinas productivas”, a cargo de Ornela Carboni y Gabriela Fabbro, expone cómo las lógicas productivas se conjugan para la conformación de las piezas informativas y cuáles son los aspectos narrativos que se destacan en cada una de ellas.

Carboni, doctora en Ciencias Sociales e investigadora de los procesos de organización productiva y del trabajo en las industrias culturales, y Fabbro, doctora en Comunicación Pública e investigadora de los campos del análisis textual, la narración y la semiótica audiovisual, y la calidad en los discursos audiovisuales, realizaron 45 entrevistas abiertas a distintos actores del circuito productivo de noticias -productores, editores, cronistas, conductores, camarógrafos, graphistas, entre otros- de los canales Telefe y 13 (Área Metropolitana de Buenos Aires, AMBA), 3 y 5 (Rosario), 9 y 12 (Córdoba), y 7 y 9 (Mendoza). Las mismas se complementan con el análisis de 16 noticias seleccionadas para elaborar el capítulo en cuestión. 

La producción del espectáculo

Los noticieros de la tv abierta argentina se rigen por las lógicas productivas del sistema televisivo: producción diaria de un contenido novedoso y original, pero que mantenga instancias de reconocimiento para la audiencia. Las autoras agregan que la competencia entre canales provoca la incorporación de mecanismos que permitan fidelizar espectadores.

La producción de un noticiero comparte con otros contenidos audiovisuales ciertas instancias: preproducción, producción y posproducción. A ello debe agregársele la selección, el tratamiento, la edición y la puesta al aire de los distintos productos.

Los noticieros más populares no ocultan que se rigen por lo que se conoce como “infoentretenimiento”. Las investigadoras señalan que “en la edición y la puesta al aire de los noticieros afloran modalidades propias de los géneros narrativos (los espectadores están acostumbrados a consumir ficciones donde se recrean delitos) que provocan relatos con contenido referencial, pero tratamiento dramático”. El objetivo es exacerbar las emociones y los sentimientos mediante la descontextualización y fragmentación en la cobertura de los hechos.

Se utilizan elementos de la ficción como la dramatización -el tono de voz, la editorialización y el énfasis de los conductores al presentar las noticias-, la edición y composición de imagen -música, graphs, imágenes utilizadas, fuentes, encuadre, el orden de presentación de los acontecimientos-.

Planificar la rutina

En la producción noticiosa se debe identificar acontecimientos previsibles para la cobertura diaria -a ellos se les agregan hechos fuera de agenda-, recopilar, seleccionar y editar el material para su presentación. El tiempo es central en este proceso, junto a la fragmentación productiva y la disponibilidad de profesionales impacta en los criterios de noticiabilidad. 

“Los noticieros se han convertido en propuestas híbridas audiovisuales que utilizan diversas técnicas para generar interés”, sentencian Carboni y Fabbro.

Para facilitar la “venta” del producto se recurre a su espectacularización: las fronteras entre lo público y privado se debilitan, y aumentan cierto tipo de contenidos como las noticias sobre violencia, delito e inseguridad. La espectacularización de la información televisiva es definida por las autoras como “la conjunción de los recursos formales y de contenido con los que se apela a los sentimientos de las audiencias para atraer su atención. Esta forma particular de narrar se manifiesta a través de estrategias como la exageración, la editorialización, la fragmentación, la personalización, la selección de temas sensacionales, la utilización de imágenes de alto impacto y la inclusión de efectos visuales y sonoros, el énfasis en celebridades y las características individuales, lo cual ocasiona una descontextualización de los problemas y el ocultamiento de fenómenos estructurales”.

El personaje ocupa la mayor parte del protagonismo, en detrimento del hecho noticioso. Asimismo, se ocupan recursos de la ficción, el docudrama o el policial para la narración.

Narraciones y resultados

Las notas seleccionadas para el trabajo se tipifican de la siguiente manera: 52% delito contra la persona, 35% corrupción en el ámbito público y casi 12% delito contra la propiedad privada y en la vía pública. 

Otro elemento destacable es que en los noticieros del horario central se apela más al análisis de la información, al resumen y al comentario elaborado porque las noticias circularon durante todo el día por diversos medios de comunicación y plataformas de redes sociales. De todos modos, cuando las imágenes son utilizadas, se las usa con la intención de construir una posible identificación de lo mostrado, ya sean emociones negativas o positivas -primeros planos, zoom in/out-.

La pantalla fragmentada también contribuye a la espectacularización. Este recurso aparece en el 41,2% de las notas seleccionadas por las autoras. “Su uso supone una multiplicidad de información, con una propuesta de recorrido de lectura más compleja por parte del receptor y, especialmente, para dividir lo narrado en partes o ‘capítulos’, provocando un efecto de fragmentación de la información que descontextualiza, distrae y atomiza el acontecimiento”, indica el texto.

Siguiendo con los elementos espectaculares, el narrador omnisciente -tanto en lo visual como en lo verbal- es importante en cuanto al manejo de distintos ritmos expresivos y recursos de interpelación directa al espectador. 

Un mecanismo insoslayable es el zócalo o videograph, utilizado en el 94% de las noticias analizadas por Carboni y Fabbro. Su uso responde a fines descriptivos, editoriales y de connotación de lo que se está informando. Allí se adjetiva, dramatiza mediante metáforas, metonimias y figuras como la paradoja o la contradicción.

En cuanto a la edición, la musicalización y los efectos sonoros son imprescindibles. La música se encuentra de modo incidental o es incorporada en la posproducción. Las investigadoras sostienen que “la música puede ayudar a describir un ambiente o reforzar su atmósfera, y puede usarse de modo expresivo, con el fin de provocar efectos emotivos o afectivos en la audiencia. Casi la mitad de las noticias (41,2%) emplea música en sus relatos, lo que indica un objetivo claro de complementar lo dicho con los efectos que puede generar el uso de una melodía”. En el mismo sentido, los móviles en directo hacen uso del sonido ambiente como factor de realismo. 

Con respecto al criterio de montaje de las notas analizadas, la investigación señala que “aparece con mayor frecuencia el tipo de carácter probatorio”. No se trata de editar los hechos de manera descriptiva para que el relato sea comprensible y se pueda asociar las distintas escenas coherentemente en el plano temporal. Al contrario, el montaje tiene como objetivo brindar soporte a la argumentación que sostiene la propuesta: para ello, se cambia el orden cronológico de los hechos, se repite, se invierte o modifica el curso de las entrevistas, se recicla constantemente información visual, todo con la intención de sostener el discurso oral explícito. Basta mirar cualquier noticiero para verificar lo expuesto en el trabajo. La selección y jerarquización del material tiene estrecha vinculación con la línea editorial de cada canal.

Conclusiones

Lo anteriormente expuesto es una de las sentencias conclusivas a la que arribaron Ornela Carboni y Gabriela Fabbro en el capítulo “Noticieros: espectacularización y rutinas productivas” del libro “El delito televisado – cómo se producen y consumen las noticias sobre inseguridad y violencia en la Argentina (2016-2020)”: las relaciones de propiedad o asociación directa entre los distintos canales de televisión deben ser estudiadas para poder analizar los modos y sentidos de circulación de la información.

También concluyen en que es fundamental “destacar la relevancia de la estructura productiva, las capacidades tecnológicas instaladas y la cantidad de trabajadores afectados al proceso productivo”.

Estas sentencias se vieron reflejadas en el corpus analítico, en el que las noticias coincidían en compartir recursos audiovisuales que son recurrentes en el discurso narrativo de los noticieros a las que pertenecen. No funcionan como noticias aisladas, sino como parte de un conjunto definido.

Los datos obtenidos en el transcurso de la investigación permiten aseverar a las investigadoras que la información en los noticieros de tv abierta de las grandes metrópolis argentinas recibe un tratamiento trivial, los temas se manejan de forma superficial, descontextualizada y se aplican los mecanismos de espectacularización detallados previamente. 

Finalmente, las entrevistas realizadas a los trabajadores exhiben como resultado que la naturalización para la selección de temas y una internalización sistemática de la línea editorial contribuye a reforzar los elementos espectacularizantes descriptos. Esta cuestión está íntimamente ligada al tiempo: la escasez del mismo para producir y editar las piezas informativas podría afectar la calidad del producto final. 

La fragmentación de consumos también se encuentra en los noticieros, que pretenden contarse en unos pocos caracteres, como si se tratara de alguna de las redes sociales más populares. |

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