De yoguistas a criminales: las reparaciones millonarias que deberán otorgar a las víctimas de “la secta” – Negocios & Política
 

Explotaban mujeres |De yoguistas a criminales: las reparaciones millonarias que deberán otorgar a las víctimas de “la secta”

Mujeres eran abusadas y obligadas a generar ganancias para una organización criminal mientras eran privadas de ingresos y de la posibilidad de tener un trabajo digno. Hoy, la justicia pide una indemnización millonaria para cada uno de ellas. El relato de los macabros delitos que ocurrían en el Hotel City.   
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En Mar del Plata, funcionaba la “Secta Yogui”, una organización que decía pregonar la filosofía del hinduismo pero que en realidad explotaba sexual y laboralmente a sus seguidores. El juicio iniciado el año pasado hoy estaría dando sus frutos y las víctimas podrían recibir indemnizaciones millonarias a partir de un dictamen elaborado "en función de la especificidad de los hechos sufridos por cada una de ellas".

El alegato que pronunció la Defensora Pública de la Víctima (DPV), Inés Jaureguiberry ante el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata se basó en un dictamen del Programa de Asesoramiento y Promoción de Derechos de las Víctimas del Delito de Trata de Personas de la Defensoría General de la Nación, que coordina Marcela Rodríguez.

"Se tuvo en cuenta la reparación del daño moral, el daño al proyecto de vida, la lesión al derecho a la identidad, el daño psicológico, el daño emergente y el daño por la violencia sexual". La DPV, que actúa como querellante en representación de cinco víctimas, solicito al Tribunal que ordene una reparación integral para cada una de ellas a valores de entre 35 y 61 millones de pesos.

Marcela Rodríguez elaboró el concepto de daño producto de la explotación y detalló que las víctimas "fueron sometidas a tareas penosas y en jornadas extenuantes, en un contexto abyecto y que fueron obligadas a generar ganancias para la organización criminal, a la vez que se les privó de ingresos y de la posibilidad de tener un trabajo digno".

La funcionaría entiende que en el caso de sus representadas, "el delito es agravado también por ser el líder de la secta su ascendiente, y por el abuso de autoridad que ostentaba por ser un líder espiritual y autoridad moral para ellos". Después de cinco meses de audiencias en las que se oyeron decenas de testimonios, en las últimas semanas comenzaron a leerse los alegatos.

Los delitos que ocurrían dentro del establecimiento, el Hotel City ubicado en pleno centro de Mar del Plata, en Diagonal Alberdi al 2600, fueron relatados en primera persona por las propias víctimas: violaciones, ahogamientos en el inodoro, picana en los genitales, menúes de "pomada de zapatos con sacarina" y de alimento balanceado para conejos, golpes, quemaduras, abusos de todo tipo.

Para los fiscales Fabián Celiz y Carlos Fioriti, la secta fue "una organización criminal porque su estructura fue utilizada por los organizadores para cometer delitos", tanto en Venezuela como en Argentina, desde principios de 1970 hasta su desarticulación, en julio de 2018.

El hombre detrás de la macabra organización llevaba una vida personal oscura. Se trata de Eduardo Nicosia, quien falleció en la cárcel de Ezeiza. Tuvo 15 hijos, 13 con seis mujeres, todas "discípulas", y 2 hijas con su última pareja, ahora imputada. A esas dos hijas también las abusó y las dejó embarazadas y ambas tuvieron hijos de su padre. Estudios de ADN ordenados por un juez confirmaron algunos de los casos.

Junto a él, trabajaba el resto de las personas imputadas en la causa: Silvia Cristina Capossiello, su esposa, "el gurú", como se hacía llamar Sinecio de Jesús Coronado Acurero y Luis Antonio Fanesi.

La historia de la congregación espiritual que dirigió Nicosia comenzó en los años '70. Nacido en 1946 en Buenos Aires, se hizo conocido por un rango elevado del hinduismo, como "Swami Vivekayuktananda", y fue pionero del yoga en el país. A mediados de los '60 había fundado un instituto de estudios yoguísticos en la calle Viamonte.

Con la dictadura militar se fue a Venezuela. Allí Nicosia estuvo implicado en un homicidio y estuvo tres años preso. Regresó en los primeros años de los '80 y comenzó a desplegar el que fue su método para captar seguidores, las conferencias que dictaba el psicólogo e instructor de yoga Fernando Velázquez, también fallecido en prisión.

A Mar del Plata llegaron en los años 90, donde terminaron valiéndose del Hotel City. Una de las víctimas relató que vivió "siempre encerrada" allí y que sufrió "castigos y palizas" durante años, hasta que logró escapar en 2017, por temor a que abusaran sexualmente de su hija, tal como había ocurrido con ella.

Para poder cumplir con las reparaciones reclamadas, Jaurebiguerry, que actuó acompañada por la coadyuvante Marcela Parra, solicitó a los magistrados Fernando Machado Pelloni, Nicolás Toselli y Roberto Falcone que al dictar sentencia en el juicio dispongan el decomiso de los bienes a nombre los distintos miembros de la secta.

La querella que representa a las víctimas pidió el decomiso de todos sus bienes, y que se dispongan reparaciones de entre 35 y 61 millones de pesos por los daños materiales y morales ocasionados a algunas de ellas.

En representación de cinco de las víctimas, la querella solicitó que el tribunal fijara reparaciones con montos que van de los 35.496.480 a los 61.641.200 pesos, por los daños materiales sufridos, como la explotación laboral, sexual y psicológica, y los perjuicios morales a causa de las "torturas y vejámenes" padecidos, en algunos casos durante décadas.

Entre las posesiones reclamadas en la presentación está el propio Hotel City, escenario de los delitos hasta que fue clausurado en julio de 2018 y dos departamentos ubicados en la Ciudad de Buenos Aires. Además, cuentas bancarias en el país y en el extranjero, dinero en efectivo secuestrado en los allanamientos, un auto y dos motor home.|

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    Ant Sig