Esta semana el crimen del comerciante Roberto Sabo, fue la gota que colmó el vaso y los vecinos de La Matanza pusieron la mira sobre la gestión municipal de Fernando Espinoza, quien se encuentra en el cargo desde el año 2005, con una interrupción de cuatro años por Verónica Magario (2015-2019) que dio continuidad a su gestión. Sin embargo, no todo quedó ahí.
A pocas horas de conocerse el crimen de Sabo y en el momento de máxima tensión por la protesta de vecinos y la represión policial, en el barrio Fátima de González Catán dos hombres acribillaron de 14 tiros a René Mendoza Parra en la puerta de su casa. Tenía 78 años y realizaba tareas sociales en el barrio. Tanto fuentes policiales como judiciales presumen que el hecho estuvo vinculado a su labor e incluso el mismo día del asesinato de Sabo, había participado de una charla sobre seguridad con vecinos del barrio.
Lo que se supo
Policías de la comisaría de Villa Dorrego llegaron el domingo pasado en horas de la noche al domicilio del referente social, al acudir a un llamado telefónico al número de emergencias 911, y allí en el patio encontraron sin vida a Mendoza Parra, tras haber recibido varios impactos de bala.
Familiares de la víctima dijeron a los uniformados que Mendoza Parra horas antes había mantenido una reunión con vecinos del barrio que le plantearon la problemática de inseguridad que se registra en esa zona de La Matanza.
Según se supo, en esa reunión con vecinos de Villa Dorrego y su lindante barrio Fátima, Mendoza Parra se había comprometido a gestionar mayor presencia policial en la zona, frente al avance de bandas armadas vinculadas presuntamente con el narcotráfico y otros delitos.
Según el último informe de la Procuración bonaerense, Ramos Mejía es la tercera jurisdicción con mayor tasa de criminalidad luego de Lomas de Zamora y San Martín.
Ante la conmoción e impotencia de los vecinos, la oposición liderada por Juntos por el Cambio, no perdió oportunidad para investigar las cifras del delito en ese distrito, lo que los llevó a denunciar que durante los últimos dos años hubo una subejecución del presupuesto, es decir, utilizaron sólo un 31% de los casi $1.000 millones destinados para los programas de Seguridad y Protección Ciudadana durante el año 2020. Para este año, elevaron la inversión al 50%.
Las cifras del crimen en 2020
Durante los días de cuarentena estricta ocurrieron:
- 140 homicidios dolosos cometidos, dos de ellos en ocasión de robo, con 107 tentativas.
- 33 de estos casos fueron crímenes a causa, para matar o intentar matar para ocultar otro crimen.
- Hubo más de 20.647 robos, con 7.581 de los hechos cometidos a mano armada.
- Casi 10 mil casos de hurto, según el último informe de la Procuración.
El escenario del delito se recrudece a días de las elecciones legislativas y complican aún más a las autoridades encargadas de gestionar políticas y recursos para velar por la seguridad de los ciudadanos en un contexto complejo en el que interfieren la crisis económica, el desempleo, la pobreza, la falta de oportunidades y el aumento de la venta y el consumo de drogas, creando el caldo de cultivo para el incremento del crimen.|