El pasado lunes, el principal gremio de docentes del país decidió ponerle coto al estéril debate que se venía dando sobre el retorno de las clases en modo presencial entre el gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires. Mediante un escueto comunicado, la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) exigió que esa discusión sea dada en “la paritaria nacional convocada para febrero” e invitó a los gobernadores a que hagan “sin demora” un llamado para negociar los salario.

Tras el texto firmado por los dirigentes gremiales Sonia Alesso y Roberto Baradel, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, no volvió a hablar más del asunto. Tampoco lo hizo el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, ni el gobernador bonaerense Axel Kicillof. Y el acalorado debate en los medios nacionales fue bajando de temperatura hasta desaparecer del prime time.

Durante el debate ya estaba claro que ni el ministro, ni el jefe de Gobierno, ni el gobernador del principal distrito escolar del país tenían muy en claro cómo sería el retorno a clases. Ahora quedó en evidencia que tampoco saben si podrán acordar una paritaria con los docentes.

Sin ingresar al barro preelectoral, el gobernador de Misiones, Oscar Herrera Ahuad, anunció el viernes que en su provincia comenzarán las clases en marzo mediante una estrategia binaria, es decir un sistema que contempla lo presencial y lo virtual. “Se hará con mucha responsabilidad y tomando todos los recaudos necesarios”, aclaró a los medios locales.

La planificación del misionero para el inicio del ciclo lectivo 2021 consta de varios puntos. El primero es la vacunación de los docentes, algo que se realizará en las escuelas y no será obligatorio, aunque sí recomendado. También se entregará barbijos y elementos de sanitazión para los alumnos y todos los integrantes del sistema educativo. Entre otras medidas, que se coordinarán con el Ministerio de Salud Pública de la provincia, para reducir el riesgo de contagios.

“Queremos volver y no dar marcha atrás. Si nos cuidamos y respetamos los protocolos vamos a poder”, dijo Herrera Ahuad. El mandatario parece estar convencido de que funcionará: “si convocamos lo hacemos en un entorno seguro”.

Mientras el “Turco” Herrera Ahuad hacía el anuncio, Trotta se encontraba en la provincia recorriendo las instalaciones de la primera fabrica en el país de “nano sensores para robótica” que se encuentra en el Parque Industrial de Posadas. También mantuvo un conclave virtual con otros ministros de Educación del país.

El ministro no dio ni una pista sobre qué hará con el ciclo lectivo de este año y mucho menos sobre las paritarias que ya reclama el principal gremio docente del país. Sólo habló de sus buenas intenciones y que “el desafío es priorizar la presencialidad cuidada” para un presunto inicio de clases. También alcanzó a decir que distribuirá cerca de medio millón de computadoras, lo que no es ninguna novedad. Lo que pueda suceder en la próxima reunión del Consejo Federal de Educación sigue siendo incierto.

El caso de la Tierra Sin Mal

El año pasado, al igual que en todo el país, el Gobierno de Misiones atravesó el sinuoso ciclo lectivo a tientas, entre pruebas y errores. “No perdimos el año, fue distinto y tras esa experiencia, este año nos encuentra mejor preparados”, dijo el gobernador.

Antes de la pandemia Misiones había desarrollado la Plataforma Guacurarí, un sistema educativo que entró en acción en medio de la incertidumbre total. No sirvió de mucho ante la falta de capacitación de buena parte de los docentes que hicieron lo posible para adaptarse a una situación de película. 

Pero el principal problema no fue el sistema desarrollado a medias, ni los rudimentarios conocimientos en materia pedagógica aplicada a la tecnología de gran parte del cuerpo docente, sino otras dos cuestiones, de menor y mayor gravedad.

Por un lado, la ineptitud y desidia de algunos funcionarios del Ministerio y del Consejo de Educación de la provincia que aún siguen abulonados en sus cargos sin que se les caiga la cara de vergüenza y cuyos apellidos ni vale la pena ni mencionar. Demagogos y holgazanes que se amparan en la excepcionalidad de la pandemia para justificar su incapacidad para gestionar en medio de una crisis.  

Pero la cuestión más grave fue la brecha digital, al igual que en todo el país. Hubo escuelas sin conectividad y alumnos a los que se les invitaba a una plataforma digital, pero que no tenían acceso a internet en sus domicilios. O casos en los que el único acceso que tenía el grupo familiar a la red de redes era un celular viejo y con poca capacidad de almacenamiento de datos. Y podría dar cientos de ejemplos concretos sobre la desigualdad que hay en la materia.

De todos modos, hay que destacar que el Gobierno provincial hizo todo lo posible para que se cumpla el ciclo lectivo. Además, el 5% de la matrícula tuvo poco más de un mes de clases de manera presencial sin que se registrara ni un caso de Covid-19 dentro del sistema educativo. Es por todo esto que Herrera Ahuad se anima a decir: “No perdimos el año, fue distinto y tras esa experiencia, este año nos encuentra mejor preparados”.