Los camaristas Mariano Borinsky, Ángela Ledesma y Javier Carbajo dieron lugar a la apelación de la defensa de Amado Boudou contra una resolución del juez de Tribunal Oral Ricardo Basílico, quien había rechazado un pedido para que le redujeran la pena por estímulo educativo en un mes más de lo que le había otorgado el juez, Daniel Obligado.
Esto se dio así porque el exvicepresidente cursó el posgrado Superior en Desigualdades y Políticas Públicas Distributivas, por el cual recibió un diploma expedido por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en abril. Pero también, realizó cursos de “programador de sistemas de base de datos de computadoras personales, de montador electricista y electricista instalador, y práctico en organización de eventos”.
Panorama general
El próximo 20 de julio cumplirá los dos tercios de la pena a la que fue condenado- por la compra de la empresa Ciccone Calcográfica- a cinco años y diez meses de prisión porque personas de su entorno se quedaron con la fábrica de hacer billetes, cuando era ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner.
La condena, que en diciembre de 2020 fue confirmada por la Corte Suprema de Justicia, fue por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles de la función pública.
En abril del 2020, al inicio de la pandemia y sin consultar a la fiscalía, el juez Obligado decidió concederle la prisión domiciliaria: explicó que los hijos del ex vicepresidente estaban en una situación de vulnerabilidad y que la condena contra Boudou no estaba firme.
En mayo pasado, también se ordenó que Boudou volviera a la cárcel, algo que no sucedió. Como el fiscal apoyó el pedido de la defensa sobre la reducción de la pena, la Casación hizo lugar a lo solicitado.
Finalmente, el exvicepresidente de la Nación que fue condenado a la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, podrá gozar de la libertad condicional.|