Aunque cultivó el perfil bajo, fue sin dudas una de las figuras fuertes que se dejaron ver el jueves en Rosario, durante el encuentro de jueces federales. Mariano Llorens, presidente de la Cámara Federal porteña habló del respaldo que le fueron a llevar a sus pares de Rosario y de Santa Fe, pero también destacó las dificultades que atraviesan jueces y fiscales en zonas de frontera para batallar contra la criminalidad organizada. 

Durante el lunch que los jueces compartieron después del encuentro, Llorens dialogó con Negocios & Política y dejó algunas definiciones importantes.

“El encuentro era una deuda que teníamos nosotros con nosotros mismos, porque son muchas las cosas que están cambiando”, respondió el magistrado cuando se le pidió una evaluación sobre el evento de Rosario. 

Señaló que se trató de un gesto de solidaridad “hacia la Justicia Federal de Rosario y de Santa Fe que la necesitaban”. Pero también se encargó de extender esa solidaridad “a todos los puntos conflictivos del país, como lo que sucede en Salta, en Misiones y en la Triple Frontera”.

Sobre esos desafíos, Llorens llamó a que todos los jueces permanezcan unidos, para poder así “visibilizar un problema de política pública que tenemos que abordar juntos. Es una necesidad empezar a repensar cosas desde un lugar común”.

—Se habló mucho de que no tiene que haber grieta, no tiene que haber sectarismo, pero en Comodoro Py da la sensación de que los despachos están que arden. ¿Cómo se congenian ambas cosas?

—La mirada tiene que ser un salto cultural. Somos una generación diferente. Nosotros tenemos que empezar a pensar cosas mucho más allá de las mezquindades y de las miradas que podamos tener cada uno. Todos nosotros tenemos miradas diferentes de los problemas. El problema no es anteponer los problemas personales a las soluciones que se proponen. Nosotros necesitamos tener una agenda común y sentarnos a dialogar. Y empezar a saldar cuestiones. Algunas ideas triunfarán en algún momento. Otras triunfarán en otro. Y así se probarán en el terreno soluciones concretas a problemas reales...

—Rosatti planteó la necesidad de que vuelva una “inteligencia inteligente”. Con lo que pasó en los últimos años, ¿cree que va a ser sencillo volver a tener a la AFI trabajando (en el mejor de los casos) con los jueces?

—Es que la tarea de la inteligencia es ínsita a las investigaciones penales. Nosotros trabajamos sobre hechos consumados. Cuando investigamos el tráfico, ya está la conducta desplegada en el territorio. La inteligencia previa de las fuerzas de seguridad tiene que tratar de abortar los planes de las organizaciones criminales. Ustedes se dan cuenta de lo que planteó el doctor Lorenzetti sobre el estadío que estamos: es un problema. Entonces para abordar ese problema hay que conocer.

—Se ocupó de ser cuidadoso el presidente de la Corte con sus expresiones sobre la inteligencia, quizás consciente de lo que pasó hace muy poco tiempo. ¿Lo vio así?

—No sé, son miradas. Quizás no lo estaba expresando desde la mirada de la reunión de información. Inteligencia es una palabra que pueden englobar un montón de actividades. Lo importante es reunir información. Cómo desde la política pública se aborda con información determinada problemática y, desde el Poder Judicial, cuál reunión de información es la que nos nutre para poder evaluar conductas.  |