"O acá hay algo raro o me estoy haciendo la cabeza porque no puedo aceptar la muerte de mi amiga", recordó haber pensado Nora "Pichi" Burgues de Taylor horas después del crimen, mientras esperaban la llegada del fiscal Diego Molina Pico, para esclarecer la muerte de María Marta García Belsunce en Carmel Country Club, de Pilar.
Burgues de Taylor estuvo imputada por encubrimiento y posteriormente fue sobreseída en la investigación original, recordada por protagonizar uno de los careos más picantes del juicio en un cruce con Inés Ongay, otra amiga de la víctima, durante el juicio al viudo Carlos Carrascosa.
"Si acá hay algo raro, se la van a llevar a María Marta y si esto que pienso es una estupidez vamos a seguir como si nada. Tuvimos la desgracia de tener un fiscal como Molina Pico, un soberbio, un inepto", disparó. La veterinaria se angustió al recordar las circunstancias alrededor del crimen, pero sobre todo de los dos juicios que se realizaron en 2007 y 2011.
"Yo por este tema he pasado la peor etapa de mi vida. No por mí, yo soy una agradecida a Dios de lo que pude formar pero a mis hijos los lastimaron muchísimo", lamentó. "¿Usted sabe lo que es no poder subir a un hijo a su auto por miedo a que me apretaran estando con el chico? ¿Usted sabe lo que es ir a trabajar y que te señalen: 'no, ésta no porque es la asesina de María Marta?' Yo era una delincuente de primera línea, usted no se imagina lo que nosotros hemos vivido", increpó a los jueces del tribunal Federico Ecke, Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin.
"Pichi", que dejó de usar el apellido Taylor después de separarse de su marido, figuraba en lista de testigos como Nora Margarita Burgues. Durante su declaración recordó -al menos- tres oportunidades en las que el acusado, Nicolás Pachelo, la habría amenazado.
La primera vez fue un llamado a su casa, atendido por una "la mujer que iba a planchar". En esa oportunidad, contó, preguntó por ella y luego por sus hijos. "Cuando preguntó quién era dijo que era Nicolás Pachelo. 'Decile a tu jefa que cuando esté presa le voy a llevar los cigarrillos'", parafraseó.
Luego, describió una escena en la puerta de la fiscalía de Pilar, cuando "alguien pasa por la puerta y hace una seña con los dedos, como si fuera un arma, soplando", graficó la mujer. Según recordó, en ese momento, dijo "ese debe ser Nicolás Pachelo", y su abogado lo confirmó.
Más tarde repasó dos secuencias que vivieron sus hijos, Santiago y Michael Hamilton Taylor, cuando tenían 16 y 21 años. "Una vez Santiago estaba en un boliche de Pilar, después de la muerte de María Marta, ya sabiendo que había sido un asesinato. Estaba con un grupo de amigos de Carmel, Pachelo lo miraba intimidantemente. Se fue de donde estaba, fue al baño y lo siguió. Entonces los amigos les dijeron que se fueran del lugar. Y con Michael pasó lo mismo, en una pizzería", describió.
Al declarar ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro, Taylor aseguró que se sabía que Pachelo había secuestrado al perro labrador "Tom", que era la mascota de María Marta y de su esposo Carrascosa. "Se comentaba que el perro estuvo unos días en el lavadero de Pachelo, pero María Marta no quería decir nada", señaló. Y agregó: "María Marta me dijo: 'Le tengo miedo a Pachelo'".|