Aumenta la presión para que la Corte respalde a los jueces trasladados – Negocios & Política
 

A horas del supermartes |Aumenta la presión para que la Corte respalde a los jueces trasladados

Ricardo Lorenzetti fue víctima de un escrache en la puerta de su casa. Es el segundo acto de coacción contra la máxima instancia judicial a favor de los jueces Bertuzzi, Bruglia y Castelli. Oficialismo y oposición rechazaron los aprietes.
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Las mismas consignas que se vieron el miércoles pasado frente a los Tribunales de la calle Talcahuano, estuvieron en los carteles de una caravana de autos que protestaron el sábado por la tarde en la puerta de la casa que el ministro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, tiene en la ciudad santafesina de Rafaela. La manifestación fue a favor de los jueces Pablo Bertuzzi, Leopoldo Bruglia y Germán Castelli.

El hecho ocurrió a 72 horas del “acuerdo extraordinario” que mantendrán los integrantes de la Corte Suprema para resolver si aceptan un per saltum presentado los tres jueces, quienes intentan evitar volver a los juzgados en los que se encontraban antes de ser trasladados por un decreto firmado por el ex presidente Mauricio Macri, pero sin acuerdo del Senado.

Los traslados a firma de decreto se realizaron en 2018, pero semanas atrás el Senado decidió dejarlos sin efecto. Luego, el presidente Alberto Fernández resolvió que los tres jueces regresaran a sus juzgados originales

La revocación de los traslados generó críticas de la oposición y de un sector del Poder Judicial. Bertuzzi, Bruglia y Castelli intervenían en causas en las que se investigan presuntos actos de corrupción y en las que está involucrada la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Presiones de la oposición 

La manifestación frente a la casa de Lorenzetti fue una nueva escalada de las presiones que viene recibiendo la Corte desde diferentes sectores. "Señores jueces, dejen de violar la Constitución"; "Alberto y Cristina, fuera de la Argentina"; "Despierten argentinos, no a la impunidad K", se leía en los carteles de la concentración de automóviles.

El martes pasado, después de convocar al “acuerdo extraordinario”, el presidente de la Corete, Carlos Rosenkrantz, realizó declaraciones a los diarios La Nación y Clarín en donde justifica el llamado. Pero lo que más inquietó al gobierno fue una frase en particular: “La Corte tiene la autoridad final cuando está en juego la constitucionalidad de los actos de otros poderes del Estado”. Para el Gobierno la actitud del presidente de la Corte fue desafiante.

Al otro día, ni el aumento de casos de coronavirus impidió una concentración de manifestantes frente al Palacio de los Tribunales de la calle Talcahuano para respaldar a Bruglia, Bertuzzi y Castelli. La oposición también apoyó la marcha que tuvo como consigna “Una luz por la República”, incluso algunos diputados de Juntos por el Cambio estuvieron presentes.

La movilización de miércoles pasado fue un claro mensaje a los ministros de Corte. Horas antes, los diputados nacionales del interbloque opositor presentaron un proyecto de resolución por el cual exhortan a la Corte a pronunciarse sobre la suspensión de los traslados de los jueces.

Repudio a las presiones y solidaridad a Lorenzetti

Representantes del Gobierno nacional expresaron ayer su "solidaridad" a Lorenzetti. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, manifestó su "preocupación" ante la protesta y sostuvo desde Twitter que el país necesita que las "instituciones de la democracia trabajen libres de presiones".

Por su parte, la ministra de Justicia, Marcela Losardo, expresó también por redes sociales su "solidaridad y profundo repudio" y reafirmó el "compromiso" del Gobierno por una "Justicia independiente".

El ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro, llamó a establecer como "límite" el "respeto a la convivencia democrática y sus instituciones", y convocó a que "todos los sectores democráticos de la sociedad acompañen este límite que merece un unánime y contundente repudio".

El más duro fue el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena, quien sostuvo que no pueden "tolerarse" escraches como el que sufrió Lorenzetti y consideró "inadmisibles" los "aprietes e intimidaciones" de los que viene siendo objeto el máximo tribunal en las últimas semanas. "La marcha al domicilio de Lorenzetti constituye un hecho de enorme gravedad", sostuvo Mena, en declaraciones a Télam, y señaló además que se trata de una "práctica" a la que "nos quieren acostumbrar desde que en este país gobernó Mauricio Macri", por lo que pidió que "el PRO y el expresidente salgan a dar la cara". "No podemos tolerar estas prácticas, de enorme gravedad institucional, y que buscan generar hechos de violencia", advirtió.

Por redes sociales, el vicepresidente de la Cámara de Diputados y jefe del PJ, José Luis Gioja, se sumó a los mensajes de "solidaridad" y abogó por una "Justicia independiente, regida por la ley y no a la merced de los aprietes promovidos por algunos inescrupulosos".

Doble discurso

"La Corte debe fallar conforme derecho, sin presiones de ninguna índole. No es bueno para la República afectar la tranquilidad de los jueces. Tenemos que respetar a la Justicia y dejarla actuar", publicó el expresidente Mauricio Macri en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también se solidarizó con Lorenzetti y abogó desde redes sociales a "trabajar, siempre, por una Justicia independiente".

A su vez, el diputado y presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, señaló que "las manifestaciones a casas particulares de funcionarios, ya sean jueces u otras personas públicas, no son métodos democráticos. Esto es así por Lorenzetti o cualquiera que lo sufra", completó.

El exministro de Justicia Germán Garavano, por su parte manifestó que la Corte Suprema "debe fallar con independencia, sin reclamos ni presiones a sus miembros".

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