En su declaración como testigo de la causa conocida como “Obra Pública” adjudicada a las empresas de Lázaro Báez en Santa Cruz, el presidente negó rotundamente que durante su gestión como jefe de Gabinete de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández se le hubieran asignado fondos para obra pública “de manera desproporcionada” a esa provincia. “No, definitivamente no”, respondió el jefe de Estado ante una pregunta del defensor de la actual vicepresidenta, el penalista Alberto Beraldi.
En esta causa, la Justicia acusa a la exmandataria de favorecer con millonarios contratos a Austral Construcciones mediante 51 licitaciones públicas para obras viales en la provincia de Santa Cruz, por más de $46.000 millones.
Alberto consideró que se trata de “una decisión de carácter político no judiciable”, en consecuencia ajeno a la evaluación por un tribunal. “Me llama mucho la atención lo que se está discutiendo en este juicio”.
También, dijo que “nunca hubo una distribución arbitraria” de fondos y que “es muy difícil hacerlo en un Presupuesto, porque todas las provincias pelean por su parte”.
De esta manera, defendió a la vicepresidenta ante el Tribunal Oral Federal Número 2 al asegurar que no hubo instrucciones de los expresidentes para asignar fondos para obra pública de manera específica a la provincia de Santa Cruz o para beneficiar a algún empresario en particular.
En relación a José López, el exsecretario de Obras Públicas, Fernández expresó que “no dependía” de él y que “prácticamente no tenía trato con él”. López era el segundo del exministro de Planificación Federal Julio De Vido, dos de los acusados en el juicio por corrupción.
Este martes, además del presidente, declararon el procurador del Tesoro Carlos Zannini y el exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina. En tanto, para las próximas semanas lo harán: el titular de la Cámara de Diputados Sergio Massa, el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, todos exjefes de Gabinete.|