Luego de que Luís D’elía anunciara su convocatoria a una movilización a los tribunales para presionar a la Corte Suprema, Pablo Moyano se puso en acción para lograr adhesión y lograr impulsar la marcha. En ese plan, visitó a la referente de derechos humanos, Hebe de Bonafini, en su domicilio de La Plata y conversaron sobre distintos temas que tienen en agenda.
En dicha reunión, se "conversaron sobre temas organizativos de la marcha del 1º de febrero", informó el Sindicato de Choferes de Camiones a través de sus redes sociales.
Cabe destacar que también abordaron la renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La foto que surgió del encuentro con Bonafini, tuvo por objetivo generar presión en las filas de la CGT que no tiene definida su participación aún.
Hace poco el hijo de Hugo Moyano, había confirmado su asistencia como un "ciudadano al que le inventaron causas", a la vez que había asegurado que "se van a acoplar varios gremios". Y para desestimar las acusaciones por parte de algunos opositores que denunciaron la marcha como “inconstitucional”, aclaró: “van a participar muchos trabajadores que se sienten perseguidos por una Justicia que no hace justicia. Acá nadie quiere quemar la Corte, ni que renuncien, sino que se pongan a hacer justicia verdadera".
Por su parte, el dirigente de la CGT, Carlos Acuña, dijo recientemente que "hasta el día de hoy no se va a marchar porque no sabemos el objetivo". Todavía resta esperar cómo se dará finalmente la convocatoria, a la sí adhieren sectores como la CTA de los Trabajadores, de postura abiertamente kirchnerista.|