Alberto Fernández inicia el año legislativo sin margen para promesas – Negocios & Política
 

La semana económica |Alberto Fernández inicia el año legislativo sin margen para promesas

Sin definiciones sobre la deuda con el FMI, el país está cada día más lejos de conocer el Plan Plurianual que el mandatario prometió luego de perder las primarias de 2021. La guerra en Ucrania acelera un escenario de incertidumbre y volatilidad financiera global, donde caen las proyecciones de crecimiento y la inflación amenaza la economía mundial.
Ana Belén Ehuletche
Análisis
Ana Belén Ehuletche
Análisis

Tras los bombardeos, las bolsas europeas se descompensaron y los precios de petróleo, gas, trigo y maíz aceleraron una tendencia que ya venía alcista, por la amenaza que representa la guerra. Además de las consecuencias económicas globales, pese a la distancia geográfica de más de 13 mil kilómetros que separan Buenos Aires de Kiev, la capital ucraniana, epicentro del ataque ruso, existen efectos que pueden sentirse en un muy corto plazo. 

Según la intensidad y duración del conflicto, en el plano global, la guerra representa caída de la tasa de crecimiento de la economía mundial que se estimaba en 4,4% para 2022 y deberá ser revisada a la baja. Rusia es un importante productor y exportador de gas, por eso la situación bélica golpea al mercado energético y significará más aumento en el precio del gas natural.

El único dato que puede leerse en términos relativos, de forma positiva, el alza del precio de cereales y oleaginosas que Argentina exporta, tiene una fuerte contrapartida, el impacto en el precio de los alimentos en el mercado interno ya que muchos países buscarán “stockearse”, la demanda aumenta y la oferta se limitará.

El precio de la soja en récord de US$ 600 por tonelada, puede representar mayor valor en dólares para las exportaciones del soja y cereales y compensar las pérdidas por la sequía que ya se calcula en un 25% menos a lo estimado, pero puede generar mayor inflación. 

Del otro lado del mostrador, y casi sin dólares para liquidar, Argentina deberá asumir costos más elevados para importar gas natural para cubrir la demanda de la temporada invernal

En paralelo, como ya se vio durante la semana, la turbulencia en los mercados financieros vuelca a los ahorristas hacia los activos de reserva por excelencia, lo que fortalece el precio del oro y el dólar

El escenario poco alentador encuentra a la Argentina sin el prometido Plan Plurianual, aquel que el presidente Alberto Fernández, anunció tras caer en las elecciones Legislativas de 2021. Todo indicaba que ese documento explicaría la fórmula que el ministro Martín Guzmán guarda bajo su manga: un conjunto de herramientas que permitirán la “expansión económica”, que hasta diciembre parecía ser el pilar para lograr pagar la deuda sin ajuste y sin las reformas estructurales que tradicionalmente receta el FMI. 

Pasaron ya 90 días sin propuestas, con signos de reactivación en ramas importantes de la economía, pero con una inflación que esmerila el poder adquisitivo. Pronósticos alentadores la ubican en un 60 y hasta 70% al término de 2022, cuando queden menos de 6 meses para entrar, otra vez, en la carrera electoral. En frente, la escasez de dólares que pone en jaque los 10 puntos que sumó el PBI en 2021, estira la brecha a más de 200% entre el blue y el oficial.

El acuerdo que caminaba por la cuerda floja hasta hace pocos días quedó en stand by con la irrupción del conflicto entre Rusia y Ucrania. A pocas horas del inicio de las sesiones ordinarias en el Congreso, resulta prácticamente imposible pensar que el texto que redactó Guzmán y sus anexos, lograrán pasar por el Congreso antes del 22 de marzo, cuando la Argentina –si no paga–, entra en default. 

Lo cierto es que esta vez, Argentina no tiene con qué pagar; no existe disponibilidad de divisas. Además, una cortina de incertidumbre envuelve ahora a los sectores de la oposición, funcionarios en ejercicio, principalmente, que comienzan a dudar sobre la viabilidad de un acuerdo que implica entre 40 y 60 por ciento de quita de subsidios y la posibilidad de revisar regímenes especiales de jubilaciones.

Algunos gobernadores ven en riesgo la llegada de partidas presupuestarias y una gran cantidad de gremios el futuro de sus convenios ya que se estima que existen más de 200 de tratamiento especial, muchos más que judiciales y diplomáticos, como intentó justificar el equipo de Guzmán.

Así, en una Argentina convulsionada, con cifras que nos alejan del 2001 pero climas que pesan por la falta de definiciones, Fernández deberá dar inicio al año legislativo sin margen para promesas. Por el momento, la única certeza es que el tratamiento express del acuerdo con el FMI, que podría significar alivio político, económico y, consecuentemente, social no colmará las hojas de su discurso. |

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