Sectores aliados al kirchnerismo duro están trabajando en una iniciativa propia con rasgos similares aunque de alcance más restringido. Concretamente, la titular del bloque de Unidad Ciudadana en el Senado, Juliana Di Tullio, inició esta semana una ronda de consultas respecto a su primer boceto del proyecto de Ingreso Complementario.
La primera iniciativa fue presentada por Itai Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli proponiendo "dar una respuesta a la nueva realidad laboral argentina post pandemia a través de la ampliación de la seguridad social y la promoción del empleo" estableciendo un Salario Básico Universal "como una prestación monetaria mensual no contributiva y de alcance nacional destinada a trabajadores y trabajadoras de bajos ingresos". Frente a la propuesta, los movimientos sociales buscaban registrar a un monto mínimo de 8 millones de trabajadores.
En los últimos días Cristina Kirchner brindó declaraciones respaldando la idea de expandir el sistema de seguridad social con una cobertura universal para adultos en edad laboral (entre 18 y 64 años), sin ingresos formales. Sin embargo, el concepto de "Salario", que también impulsado por el Frente Patria Grande de Juan Grabois, hacía ruido en la mayoría de las organizaciones sociales y también en el kirchnerismo porque interpretan que de ninguna manera una asignación equivalente a la canasta básica de un adulto (14.400 pesos a valores actuales) puede considerarse sustituto de una remuneración salarial.
Mientras que el proyecto de Hagman apunta en principio a un universo de 7,5 millones de personas sin ingresos formales, la propuesta de Di Tullio propone restringir esa población a familias de cuatro miembros o más que no alcancen a cubrir la canasta alimentaria.
Lo que viene
Este miércoles organizaciones sociales como la UTEP y el Frente Popular Darío Santillán, que amenazan con despegarse del Gobierno de Alberto Fernández por serias discrepancias con las metas acordadas con el FMI, saldrán a la calle con el proyecto de Salario Básico Universal como reclamo de cabecera, junto a las organizaciones piqueteras de izquierda en protestas que prometen un escenario de caos en el centro porteño.
Estas organizaciones sociales de izquierda, como el Polo Obrero, no están de acuerdo con la idea del Salario Básico Universal, y piden un seguro de desempleo por un monto mucho mayor. Creen que un Salario Universal supondría naturalizar la precariedad del trabajo y postergar la lucha contra las causas que originan la pobreza y la falta de empleo formalizado.
Desde las organizaciones sociales nucleadas en la UTEP, en cambio, valoran que el SBU se trate del reconocimiento de un nuevo derecho que apunta a eliminar la indigencia. También ponderan que se trata de una política social que al igual que la Asignación Universal por Hijo se mantendrá independientemente de los cambios en el Gobierno.|