La reacción del presidente Alberto Fernández ante el reclamo de apoyo de la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, frente a los reiterados ataques incendiarios de grupos auto denominados “mapuches” puso en jaque la alianza que mantiene el oficialismo en el Senado con el exmandatario rionegrino Alberto Weretilneck.
El líder de Juntos Somos Río Negro, la fuerza que gobierna la provincia, suele acompañar al Frente de Todos en las votaciones del Senado y su voto podría ser fundamental para el oficialismo si repite en las elecciones noviembre la derrota que sufrió en las PASO, dado que perdería la mayoría propia que ostenta actualmente.
La bancada oficialista quedaría, en ese escenario, con 35 votos y para llegar al quórum de 37 necesitaría apoyo extrapartidario, el cual no abunda en la Cámara alta: Weretilneck y la misionera Magdalena Solari Quintana son los más cercanos al Frente de Todos entre los pocos senadores que no pertenecen a Juntos por el Cambio.
El senador rionegrino no respondió a una consulta hecha por este medio sobre el tema, pero en las últimas horas expresó su desacuerdo con la respuesta que el presidente le dio a Carreras tras el pedido de fuerzas federales para enfrentar a los ataques incendiarios que se vienen repitiendo en la provincia, atribuidos a agrupaciones auto denominadas “mapuches”.
Más allá del envío de gendarmes a Río Negro, Fernández le señaló a la gobernadora y ahijada política de Weretilneck que “es la Ley 24.059 de Seguridad Interior la que define que las fuerzas federales y provinciales actuarán en conjunto cuando se encuentren empeñados en el restablecimiento de la seguridad interior” y sostuvo que “no es este el caso ni mucho menos”.
“El Gobierno tiene que asumir la responsabilidad ante un hecho que excede a las provincias”, afirmó Weretilneck en declaraciones radiales y consideró que “hay una actitud deliberada de no asumir el problema de la RAM”, en referencia a una de las agrupaciones señaladas.
Un problema que repercute en el Congreso
Este sábado, el presidente dialogó con Carreras sobre los episodios de violencia en la región, con el objetivo de bajar la tensión en el vínculo. Sin embargo, si esta diferencia entre Río Negro y el Gobierno nacional no se resuelve, podría repercutir no solo en la alianza que mantienen en el Senado sino también en la Cámara de Diputados, donde el panorama para el oficialismo tras las PASO no es mucho más promisorio dado que ya hoy no tiene mayoría, y donde Weretilneck aspira a sumar más legisladores.
El partido Juntos Somos Río Negro cuenta en la Cámara baja con Luis Di Giacomo -que consideró que la carta del presidente a Carreras “marca un derrumbe de lo que significa la apoyatura a un Gobierno nacional”- y en caso de repetirse el resultado de las PASO entraría para acompañarlo Agustín Domingo.
La aspiración del exgobernador rionegrino es lograr más adhesión en los comicios legislativos para ganar otra banca más, que sería ocupada por Mercedes Ibero, lo que le permitiría contar con un bloque de tres diputados.
En las PASO, Juntos Somos Río Negro se impuso con el 35% de los votos, mientras que Juntos por el Cambio consiguió el 27% y el Frente de Todos quedó en tercer lugar con el 25%, 10 puntos por debajo del oficialismo provincial.
Para ganar dos bancas en la Cámara de Diputados el partido que lidera Weretilneck necesitaría duplicar en votos a quien le siga en segundo lugar y, si bien es un objetivo difícil, el conflicto que surgió entre la Provincia y el Gobierno nacional plantea un escenario más abierto.
Incluso, al criticar la reacción del Gobierno frente al reclamo de Río Negro, Di Giacomo había evaluado que “es hasta un auto saboteo a nivel electoral” por parte del Frente de Todos. |