Este viernes y vía Zoom, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro se reunirá con los jefes de bloques minoritarios del Congreso en un nuevo intento de convencimiento para postergar las PASO.
Del otro lado de la plataforma virtual estarán el jefe del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, José Luis Ramón, el titular del interbloque Federal, Eduardo "Bali" Bucca, y el diputado del PTS-Frente de Izquierda Nicolás del Caño, entre otros.
De acuerdo al calendario vigente, las PASO se celebrarían el 8 de agosto, es decir, en lo que se presume que será el pico de la "segunda ola" de la pandemia en el país, y por ende supondría un riesgo evidente para las millones de personas que se movilizarían de forma presencial a las urnas durante esa jornada.
La propuesta
El borrador que De Pedro presentó a los diputados de Juntos por el Cambio propone correr la fecha al 12 de septiembre.
Hay una lógica que el Gobierno invoca: el año pasado septiembre fue el mes en que se empezó a registrar una baja sostenida de los contagios. La jugada del oficialismo también incluye mover las elecciones generales del 24 de octubre al 14 de noviembre.
De Pedro sabe que el tiempo corre y no justamente a su favor, por lo que debe acelerar los acuerdos para poder votar la reforma electoral antes de que sea demasiado tarde, ya que el calendario electoral tiene varias etapas y plazos muy estrictos entre una fase y otra.
Si la ley no se vota en ambas cámaras antes de la primera quincena de mayo, se evaporará cualquier posibilidad de imprimir un cambio en las fechas.
En panorama
En la reunión de la semana pasada, que fue presencial en el Salón de Honor de Diputados, los titulares de las bancadas de la UCR, Mario Negri, del PRO, Cristian Ritondo, y de la Coalición Cívica, Juan Manuel López, se comprometieron a trasladar esa hoja de ruta a la mesa nacional de Juntos por el Cambio, para decidir si aceptar la propuesta o desecharla.
En principio, los dirigentes opositores se mostraron conformes y la idea parecía gozar de viento de cola, pero al poco tiempo el ala dura de la coalición opositora alzó su voz y puso en jaque la decisión.
El miércoles, Juntos por el Cambio volvió a reunirse, y si bien el motivo principal que los convocó fue sentar postura sobre las medidas de restricción que dispuso el Gobierno nacional, la cuestión de las PASO también estuvo en agenda de forma secundaria.
Dilema opositor
Desde Juntos por el Cambio se enfrentan a un dilema de difícil resolución, que enfrenta al ala moderada, que ve con buenos ojos la propuesta del Gobierno en relación a retrasar las PASO, con el sector más radicalizado que reconoce en los planes del oficialismo maniobras de aprovechamiento político y oportunismo electoral.
En el primer grupo se encuentran todos los diputados por la Ciudad de Buenos Aires (a excepción de Fernando Iglesias) cercanos a Horacio Rodríguez Larreta, los que reportan a Emilio Monzó como Sebastián García de Luca y Silvia Lospennato, sumado a los vidalistas como Ritondo y un sector de los radicales liderados por Negri y el senador Martín Lousteau.
También la Coalición Cívica se suma a este bando: Elisa Carrió ya había anticipado que le parecía "razonable" la idea de posponer un mes las elecciones PASO, para que no coincidan con el pico de la "segunda ola".
Del otro lado resiste el sector ultramacrista que responde a la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y dentro del cual se encuentran diputados como Waldo Wolff, Fernando Iglesias, Álvaro de Lamadrid y Jorge Enríquez, entre otros. El radical Alfredo Cornejo también ve con desconfianza la propuesta del oficialismo.
Más allá de cuál sea la postura que finalmente logre consensuar Juntos por el Cambio, el Frente de Todos asegura tener los votos para aprobar la postergación del cronograma electoral. Preferiría -eso sí- un acuerdo amplio con la oposición para darle mayor fuerza y legitimidad y que no ocurra lo que pasó con el último anuncio de Alberto Fernández sobre las medidas de restricción que se aplicarán por decreto.|