Con la aprobación asegurada a partir del acuerdo mayoritario al que arribó un sector del oficialismo con Juntos por el Cambio, el Senado tratará en sesión especial el proyecto de ley para convalidar el acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de la deuda.
De esta manera, a partir de las 14, la Cámara alta discutirá la autorización de "las operaciones de crédito público contenidas en el 'Programa de Facilidades Extendidas' a celebrarse entre el Poder Ejecutivo Nacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la cancelación del 'Acuerdo Stand By' oportunamente celebrado en 2018 y para apoyo presupuestario", según reza el artículo 1, cuya letra minuciosa fue objeto de frenéticas negociaciones en la Cámara de Diputados.
Hasta la tarde del miércoles, no estaba confirmada la sesión pese a la convocatoria del oficialismo. El suspenso se debía a que el interbloque de senadores nacionales de Juntos por el Cambio debía decidir en una reunión si iba a aportar al quórum de dos tercios necesarios para poder habilitar el tratamiento del proyecto.
Finalmente, la reunión de las principales cabezas del interbloque duró menos de una hora y hubo acuerdo total para bajar al recinto y votar a favor de la normativa.
De esta forma, desestimaron una propuesta de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, y de un sector de ese partido que había planteado no habilitar el debate hasta que el Gobierno no se comprometiera públicamente a no subir las retenciones al campo.
La idea cayó en saco roto, ya que tanto la UCR (mayoritaria dentro del interbloque en el Senado) y la Coalición Cívica no mostraron ningún interés en dilatar la aprobación del acuerdo con el FMI, a falta de tan pocos días para que caiga el vencimiento de deuda que podría empujar al país al default.
La titular del PRO pretendía que los senadores no se precipitaran y que su propuesta fuera debatida en la mesa nacional de Juntos por el Cambio, pero prevaleció el criterio de apoyar al Gobierno y no dejar para último momento la aprobación de una ley urgente.
Los senadores de la UCR entendieron que como oposición no sería responsable demorar la sesión una semana más, como exige el reglamento del Senado para el tratamiento de dictámenes en caso de no contar con los dos tercios. En teoría, habría que esperar siete días corridos desde la firma del dictamen hasta que el proyecto pueda ser debatido en el recinto.
El problema es que, de seguir a rajatabla esa normativa, la sesión recién podría celebrarse el próximo martes 22 de marzo, el mismo día en que cae el vencimiento por más de 2.800 millones de dólares, un monto que el Estado no cuenta en este momento. Cualquier contratiempo que demorase un puñado de horas la sesión implicaría para el país entrar en situación de cesación de pagos con el organismo, lo cual podría desatar un golpe de mercado.
En ese sentido, los senadores de Juntos por el Cambio optaron por no alentar riesgos y contribuir al quórum de dos tercios, la mayoría necesaria que exime de cumplir con la regla mencionada y así poder sesionar antes de los siete días corridos, incorporando al proyecto en el temario sobre tablas.
Así las cosas, el Gobierno conseguirá la ley antes del vencimiento con el FMI y sin que el debate ocurra en la semana del feriado del 24 de marzo, una fecha de fuerte carga simbólica para el oficialismo en general.
Mientras que en el interbloque de Juntos por el Cambio no hay fisuras y el acuerdo es unánime para votar a favor, en el Frente de Todos se resolvió dar libertad de acción y el voto estará dividido, en una suerte de reflejo de lo que ocurrió la semana pasada en la Cámara de Diputados.
El jueves pasado, los representantes de La Cámpora y del kirchnerismo duro votaron en contra o se abstuvieron, y lo mismo piensan hacer los 13 o 14 senadores cercanos a Cristina Kirchner, debido a la resistencia a convalidar el plan económico exigido por el organismo financiero. Si bien una mayoría de senadores del Frente de Todos acompañará el proyecto, se dará la paradoja de que el Gobierno conseguirá la ley gracias al voto de Juntos por el Cambio.
Durante el debate, el interbloque opositor buscará dejar en claro que solo acompaña la negociación para refinanciar la deuda, pero no respalda el plan económico del Gobierno, postura similar a la adoptada en la Cámara baja.|