La interna del PRO necesitaba una ducha de agua fría para calmar los ánimos y Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich debían estar en la misma bañera. Los dos se reunieron ayer por la mañana en el Centro Cultural Recoleta, no llegaron a ningún acuerdo, pero entendieron que los de afuera esperaban para devorarlos.
Como suele ser una costumbre dentro del encriptado mundo de la política partidaria, ninguno de los dos dejó trascender más de la cuenta. Analizaron el panorama nacional, la situación en las provincias y acordaron bajar los humos. No más.
El jefe de Gobierno porteño y la presidenta del PRO no avanzaron, por el momento, en la discusión por los nombres en las listas para las elecciones legislativas de noviembre. La intención de la charla era demostrar que uno de los brazos de Juntos por el Cambio no está quebrado.
Bullrich tiene el apoyo de Mauricio Macri para ser candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires y tener el papel estelar. Esa idea no le gusta nada a Rodríguez Larreta, siente que lo quieren presionar, marcarle la cancha.
“Horacio tiene una buena relación con Patricia, le tiene mucho aprecio. Pero a nadie le gusta que lo atropellen”, dijo a Negocios & Política un funcionario porteño que estuvo ayer con Rodríguez Larreta después del conclave. La misma fuente explicó que la intención de su jefe es “aggiornar Juntos para el Cambio para que se sumen nuevos sectores, entonces no podemos tener la lógica de oposición por oposición. Queremos dejar de lado esos mecanismos que tanto daño hicieron al país”.
El mandatario porteño llegó acompañado por el secretario de Ambiente, Eduardo Macchiavelli, y Bullrich fue a la cita con el ex secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman.
Antes de finalizar la reunión ella dijo que no tiene inconvenientes en ir a una interna y él contestó que hay que seguir dialogando. “Fue el único momento en el que se tocó el tema de las listas, es mentira que Horacio le haya dicho que María Eugenia (Vidal) iba a ser su candidata porque ni ella sabe qué quiere hacer todavía”, explicó a N&P una de las fuentes consultadas.
La presidenta del PRO cree que la oposición tiene que tener un rol “totalmente ofensivo”, lo repitió varias veces en lo que va del año y camina en ese sentido, con los tapones de punta. En cambio, Rodríguez Larreta se encuentra más preocupado en la gestión contra la pandemia, en parchar los recortes presupuestarios, en lidiar con la continua embestida del oficialismo a nivel nacional, y en soportar con cara de nada el fuego amigo.|
