El derecho a la información en riesgo – Negocios & Política
 

¿Periodismo en peligro? |El derecho a la información en riesgo

Un reciente informe de la UNESCO analiza la relación entre redes sociales, medios de comunicación profesionales, publicidad y libertad de expresión. El desafío global principal para la próxima década, afirma, es garantizar y promover el periodismo que favorece el interés público por encima de las agendas políticas partidarias, comerciales o facciosas.
Adrián Machado
Opinión
Adrián Machado
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Hace poco más de una semana se conoció el habitual informe de la UNESCO (la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) sobre Tendencias Mundiales de la Libertad de Expresión y el Desarrollo de los Medios de Comunicación (Freedom of Expression and Media Developmet). El reporte, de más de 160 de páginas, examina la tendencia a la baja de la libertad de prensa, las restricciones a la libertad de expresión online, la amenaza de las plataformas y redes sociales para el modelo de negocios de los medios de comunicación, la mutación del mercado publicitario, los inconvenientes para disminuir la brecha de género y la amenaza a la integridad física psíquica de los periodistas. El periodo analizado es el que va desde 2016 hasta 2021, y el objetivo principal del trabajo es hacer comprender el papel del periodismo como bien público.

El periodismo independiente es definido por la UNESCO como aquel que favorece el interés público por encima de las agendas políticas, comerciales o facciosas y es considerado en peligro. El documento señala que la rápida erosión de los modelos de negocios que sustentan la sostenibilidad de los medios de comunicación ha profundizado una crisis de la libertad y la seguridad de los periodistas en todo el mundo. Y advierte que la respuesta global a estos retos en la próxima década será decisiva para la supervivencia de una esfera pública democrática.

En los últimos cinco años, aproximadamente el 85% de la población mundial ha experimentado un descenso de la libertad de prensa en su país. Incluso en naciones con una larga tradición de salvaguardar el periodismo libre e independiente, las transformaciones financieras y tecnológicas han obligado a los medios de comunicación, especialmente a los que sirven a las comunidades locales, a cerrar. Con el desplazamiento de los lectores y los mercados publicitarios en línea, los ingresos por publicidad de los periódicos se desplomaron casi a la mitad en el período de diez años que finalizó en 2019. La subsiguiente pandemia de COVID-19 y su impacto económico global han exacerbado esta tendencia, amenazando ahora con crear un evento de "nivel de extinción" para los medios periodísticos independientes, especifica Freedom of Expression and Media Developmet.

Nuevas leyes y políticas restringen la libertad de expresión online. Desde 2016 se han aprobado o modificado decenas de leyes que contienen un lenguaje demasiado vago o castigos desproporcionados que amenazan la libertad de expresión en línea. Además, en los últimos cinco años se han duplicado las solicitudes gubernamentales de retirada de contenidos en las principales plataformas de Internet.

Cambios en la composición del gasto publicitario

Las audiencias y los ingresos siguen moviéndose hacia Internet, amenazando los modelos de negocios tradicionales de los medios de comunicación. El número de usuarios de las redes sociales en todo el mundo pasó de 2.300 millones en 2016 a 4.200 millones en 2021, y los ingresos por publicidad se han desplazado rápidamente hacia las empresas de Internet y alejado de los medios de comunicación. Google y Meta reciben actualmente aproximadamente la mitad de todo el gasto mundial en publicidad digital, mientras que los ingresos mundiales por publicidad en los periódicos se redujeron a la mitad en los últimos cinco años, explicita el informe de la ONU.

El declive de los ingresos publicitarios de las organizaciones de noticias se ha visto agravado por la pandemia de COVID-19, que trajo consigo la pérdida de puestos de trabajo, el cierre de redacciones y un aluvión de información inexacta, poco fiable y engañosa propagada principalmente en las distintas plataformas.

Sin embargo, los años de la pandemia también han puesto de manifiesto la importancia de proporcionar a los ciudadanos información fiable y precisa producida por organizaciones de noticias profesionales, lo que pone de relieve la necesidad de garantizar que el sector sea capaz de operar en un entorno viable.

El periodismo, un oficio de alto riesgo

La seguridad de los periodistas también se ha visto cada vez más amenazada, tanto online como en el plano analógico. De 2016 a 2021, más de 450 periodistas fueron asesinados en relación con su trabajo, según la UNESCO, y casi el 90% de estos asesinatos siguen sin resolverse. La violencia masiva virtual contra los periodistas también ha ido en aumento, afectando principalmente a las mujeres, ya que siete de cada diez dicen haberla experimentado.

Otras amenazas contra los periodistas siguen en aumento: el encarcelamiento de trabajadores de prensa está en máximos históricos, mientras que la violencia y el acoso virtual estimulan la autocensura y, en algunos casos, las agresiones físicas.

Estancamiento en la disminución de la brecha de género

Otro aspecto retratado en la investigación sobre el desarrollo de los medios de comunicación es el del estancamiento en cuanto a la eliminación de la brecha de género en las redacciones, en los titulares y en las propias noticias. Las mujeres siguen estando infrarrepresentadas en los niveles de dirección de los medios y en los temas de "noticias duras" como la política, mientras que los estudios cualitativos y cuantitativos sugieren la persistencia de sesgos en la representación de las mujeres en las noticias y su marginación como fuentes expertas. Durante la pandemia de COVID-19, sólo el 27% de los especialistas en salud citados en los medios de comunicación eran mujeres, a pesar de representar aproximadamente la mitad de los especialistas en salud en todo el mundo.

Desinformación y desconfianza

Un diluvio de información errónea y desinformación ha contribuido a la disminución de la confianza en los medios de comunicación en todo el mundo durante años. El creciente desafío de los contenidos falsos y engañosos se puso de manifiesto durante la pandemia de COVID-19. Al mismo tiempo, según varios informes, la confianza en los medios de comunicación y las fuentes de información ha seguido disminuyendo en los últimos cinco años.

En medio de las controversias, en los últimos años han aumentado los llamamientos para acabar con la opacidad de las empresas de Internet en cuanto a la moderación y la curación de contenidos. Una mayor transparencia sobre sus operaciones abriría estas entidades al escrutinio público y a una mayor responsabilidad. Tanto los informes independientes como los denunciantes de alto nivel han señalado la necesidad de una mayor transparencia en todos los ámbitos, especialmente en lo que respecta a la gobernanza y la responsabilidad de las empresas en relación con la posesión de datos y la privacidad, la comprobación de los hechos y las normas comunitarias y su aplicación, incluida la moderación del discurso de odio y la desinformación.

Recomendaciones

Finalmente, la investigación de la UNESCO concluye que se necesitan urgentemente nuevas políticas y medidas para garantizar que el periodismo pueda seguir funcionando como un bien público:

• Apoyar la viabilidad económica de los medios de comunicación independientes respetando la autonomía profesional de los periodistas. Los gobiernos pueden, por ejemplo, ofrecer beneficios fiscales a los medios de comunicación independientes, de manera justa y transparente y sin comprometer la independencia editorial.

• Desarrollar la alfabetización mediática e informativa, para enseñar a todos los ciudadanos la diferencia entre la información fiable y verificada y la no verificada, y animar al público a informarse en los medios de comunicación independientes.

• Promulgar o reformar la ley de medios de comunicación para apoyar la producción de noticias libres y pluralistas, de acuerdo con las normas internacionales sobre libertad de expresión, especialmente el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.|

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