"Con la red 5G podremos descargar una película en nuestro smartphone en menos de tres segundos. Nuestro coche será capaz de detectar y navegar automáticamente salvando los obstáculos del camino. Los médicos podrán realizar procedimientos quirúrgicos complejos utilizando robots de forma remota. Las ciudades serán capaces de recopilar información en tiempo real omnipresente sobre el tráfico”, enumeran desde Telecom.

Mientras en el país ya se lanzaron varios modelos con capacidad 5G –como el Samsung Galaxy S21, el Motorola Moto G 5G y el iPhone 12- y tanto Personal como Movistar avanzan con las pruebas, todavía restan algunos puntos claves por definir. De acuerdo al informe "La economía móvil en América Latina", Argentina adoptará el 5G en un 9% para el 2025. La nueva tecnología convivirá con el uso del 4G en un 72%. Mientras que otras estimaciones más optimistas señalan que llegará en 2023.​

A nivel local, todavía falta definir el punto más importante, que es la frecuencia que se asignará para su funcionamiento y que marcará el rumbo sobre los servicios que se podrán ofrecer. El espectro radioeléctrico son las "autopistas del aire" por las que viajan distintas señales. El Gobierno de cada país, a través de subastas públicas, es el encargado de asignar ese espacio, otorgando licencias de uso a las distintas empresas.

“Entre los factores estructurales se destacan la necesidad de definir las frecuencias que utilizará el 5G en el país y cómo será su mecanismo de asignación. También, es importante que se generen las condiciones que incentiven el despliegue de la fibra óptica necesaria para interconectar la red que sustentará a la quinta generación”, aportan desde Movistar.

La gran mayoría de los despliegues en el mundo aún funcionan bajo una arquitectura Non-Stand-alone (NSA), que es una combinación donde se aprovecha la infraestructura 4G trazada previamente con protocolos 5G.

Pero también, muchos países avanzan con la arquitectura Stand-alone, que es totalmente nativa, requiere modificaciones mucho mayores y logra los servicios de baja latencia, alta velocidad y eventualmente, la conexión de millones de dispositivos IoT.

Dudas e incertidumbres

A estos inconvenientes hay que sumarle la llegada de la pandemia, que desplazó el foco y los esfuerzos para mantener la conectividad adecuada para quienes pasaron a cumplir el home office.

“Hoy por hoy, estamos aún lejos de que el 5G sea una realidad en nuestro país. Se deben solucionar temas estructurales en la industria para posibilitar un desarrollo previsible de esta nueva tecnología”, apuntan desde Movistar. “En lo que respecta al contexto país –explican desde Movistar- en lo inmediato están aún por verse cuáles serán las prioridades y desafíos que el escenario post Covid-19 presentará”.

Tal como lo ha señalado GSMA, el despliegue del 5G –que requiere grandes inversiones y a largo plazo- dependerá en gran medida de políticas públicas que permitan un acceso oportuno al espectro, que no persigan sólo objetivos recaudatorios fiscales y acompañen los objetivos de impulso a la transformación de la conectividad digital. 

La red 5G ofrecerá grandes oportunidades para el desarrollo de Internet of Things (IoT) gracias a la alta velocidad de respuesta (100 veces superior a la navegación sobre la red 4G), baja latencia y multiplicidad de dispositivos conectados al mismo tiempo.

Las redes 5G permitirán que los dispositivos se conecten entre sí directamente, con una comunicación más eficiente y por tanto con un menor gasto de energía de la batería. Los teléfonos inteligentes, que actualmente transportan el 95% de este tráfico, también están consumiendo más datos que nunca. A nivel mundial, según el Informe de Movilidad de Ericsson, el uso medio por smartphone supera ya los 10 GB/mes y se prevé que alcance los 35 GB/mes a finales de 2026.

 “Los primeros despliegues comerciales de tecnología 5G ocurrieron en EEUU y Corea del Sur entre diciembre de 2018 y abril de 2019, luego de la estandarización de las primeras arquitecturas. Si bien la pandemia del Covid-19 tuvo impacto en los lanzamientos, según la GSMA, hay 87 operadores en 39 mercados ofreciendo planes comerciales”, indican desde Telecom.

Mientras Argentina –como ya ocurrió con el 4G- es el país más lento de la región en dar este paso, 5G Américas contabiliza a la fecha despliegues de 5G NSA en Brasil, Puerto Rico, Islas Vírgenes, Surinam y Uruguay.  La GSMA predice que, en 2025, estarán conectados unos 58 millones de dispositivos móviles 5G en la región. Para ese año el 13% del tráfico será cursado por redes 5G.

 “Es entendible que estos números varíen según la región en función del grado de despliegue y adopción tecnológica. Latinoamérica no está a la vanguardia, pero sí se están dando los primeros pasos”, advierten desde Telecom.

Este año, el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) reunió en su sede central, por primera vez y en un mismo evento, a Ericsson, Huawei y Nokia, las empresas globales más grandes de infraestructura de red con el fin de realizar demostraciones para conexiones de banda ancha móvil.

En el año 2018, Personal junto a Nokia probaron en Puerto Madero el 5G, que alcanzó velocidades de 10 Gbps. La primera demostración en el país fue de Movistar en 2017 y lo hizo junto con Sony Ericcson. En febrero de este año, Telecom encendió la primera red 5G en la Argentina, poniendo en funcionamiento 10 antenas móviles de Personal para utilizar este servicio con dispositivos aptos, en las Ciudades de Buenos Aires y Rosario.|