Frente a un contexto electoral que profundiza la demanda de dólares y una estacionalidad marcada por el fin de la cosecha gruesa que disminuye la oferta, ayer, el Banco Central (BCRA) giró 180 millones de dólares, principalmente, para cubrir importaciones y, confirmó que octubre dejó atrás los meses de relativa calma.
En simultáneo, la falta de definición del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que podría descomprimir los próximos vencimientos en dólares compromete la “pax cambiaria”, un estado de aparente estabilidad en los precios del dólar, que pudo sostener hasta antes de las PASO el gobierno de Alberto Fernández.
“Sin reservas netas líquidas disponibles, el BCRA ya estaría usando los encajes de los depósitos”, arrojó el economista Gabriel Rubinstein, director de GRA Consultora en su cuenta de Twitter y explicó que “una parte los destina a la compra de bonos entregando dólares de los depositantes para controlar la suba del CCL/MEP, en operaciones muy opacas de las que no se brinda información”.
Según describe Rubinstein en una columna publicada por Iprofesional “el BCRA estaría usando reservas que `existen´ pero que no son de su propiedad y sobre las que no estaría autorizado a disponer. Los candidatos más probables son los depósitos de SEDESA (que figuran en "otros" junto a swaps de Basilea, etc) y los Encajes Bancarios”.
“Es decir –agregó-, sin que SEDESA haya autorizado el uso de sus reservas depositadas en el BCRA, y sin que los bancos hayan autorizado el uso de sus encajes (en realidad de los depositantes), que obran en cuentas del BCRA, todo indica que éste ha empezado a hacer uso de las mismas”.
Consultado sobre los efectos que esta situación puede generar en la economía, el economista Víctor Beker señaló, en primer lugar, que conocer cuáles son las reservas de libre disponibilidad “es un dato difícil de conocer “. “Quiero creer que las autoridades del Banco Central lo tienen”, dijo y destacó que “de todas maneras, las últimas medidas indican que son bastante escasas por esto se trata de restringir el acceso a las mismas; esto hace que la capacidad de maniobra del BCRA frente a la demanda de dólares se vea relativamente restringida”.
En el plano de la proyección, Beker indicó que, si efectivamente el Central estuviera utilizando los encajes, la porción de sus depósitos que los bancos comerciales no pueden prestar –reciben una tasa de interés por ese dinero inmovilizado–, la autoridad monetaria vería “más afectada” la capacidad de contener la demanda de dólares. “En el mercado oficial el Central abre o cierra la canilla de acuerdo a su disponibilidad”, dijo y señaló que el peor escenario puede derivar en mayor restricción de divisas para el sector importador, que “son instrumentos que ya se vienen utilizando”. En el caso que se esté “rascando el fondo de la olla”, como consecuencia, según el director del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano, “se podría seguir restringiendo el acceso a los dólares oficiales, que es lo que compromete directamente las reservas”.
Desde Analytica analizaron el estado de las reservas del Central y apuntaron al rol de China. “El déficit estructural de dólares recrudeció cuando se cerró el financiamiento externo en 2018”, expresa el informe y destaca que desde entonces los ejercicios contables de oferta y demanda de divisas volvieron a ganar protagonismo. Así, el endurecimiento de las restricciones cambiarias de las últimas semanas confirma un “sendero complejo” para el mercado de cambios en los próximos meses.
Desde la consultora que dirige Ricardo Delgado explican que una forma de analizar la vulnerabilidad externa es a través de las reservas internacionales netas del Banco Central apuntan a la incidencia de los acuerdos financieros con China. “En la mayoría de los análisis disponibles, en particular en los mercados financieros, los Swaps con el Banco de la República Popular China no se computan como reservas netas. Bajo ese criterio, hoy las mismas alcanzarían los U$S 4.423 millones. Sin embargo, consideramos que debe incluirse en ellas aquella porción del Swap pendiente de ejecución”, destaca el informe y agrega que “si bien el Banco Central no proporciona dicha información, a partir del análisis de sus publicaciones inferimos que como máximo quedaría un saldo equivalente al 25% del total, unos 5.074 millones dólares sobre 20.297 millones de dólares. Bajo este supuesto, hoy las reservas netas serían de 9.497 millones de dólares”.
“A nuestro juicio debe incluirse al Swap con China en las reservas netas como la forma correcta de medir la vulnerabilidad externa por varias razones”, plantea Claudio Caprarulo, director Ejecutivo.
- 1. Del balance del BCRA se desprende que las reservas brutas se componen principalmente de 2 ítems: i) Divisas (depósitos en cuenta corriente en entidades financieras internacionales) y ii) Colocaciones realizables en divisas (depósitos en caja de ahorro, plazos fijos y valores públicos del exterior).
- 2. De allí surge también que los swaps no integran el activo del Banco Central, y que en 2020 tampoco fueron utilizados para generar liquidez en dólares que luego haya sido integrada como parte de las reservas internacionales. Esto sí sucedió en 2014 cuando se utilizaron US$ 11.000 millones. En agosto del año pasado el Central firmó la renovación del swap con China.
“En tanto no se utilicen, no deberían excluirse dado que no son ni un pasivo con vencimiento a un año ni un activo cuya realización esté sujeta a condicionalidades difíciles de alcanzar”, destaca el informe.
En este punto, como los compromisos con China suponen una obligación de devolver pesos, no dólares, la capacidad dependerá de una cuestión más “geopolítica” que económica.
Sin embargo, el punto que genera más incógnitas para los próximos meses, según los analistas de Analytica, es cómo evolucionarán los componentes críticos de las reservas netas: los pagos a organismos multilaterales de crédito y el resultado de las operaciones en el mercado de cambios (MULC). En el primer caso, dan por descontado que “la Argentina alcanzará un acuerdo con el FMI que evite el pago de 2.873 millones de dólares de vencimientos de capital en marzo de 2022”. Hasta entonces, “los vencimientos los cancelará principalmente con los DEGs. En consecuencia, exclusivamente por pagos a organismos las reservas netas caerán 3.579 millones de dólares hasta marzo”.
Lo que resulta más complejo es proyectar el resultado de la oferta y demanda de divisas que enfrentará el Central en el MULC entre noviembre y marzo, plantean, y destacan los “favorables pronósticos de la cosecha fina y los precios que permanecen elevados “, que permiten proyectar exportaciones por 24.000 millones de dólares en los próximos cinco meses, con el agro aportando 42% del total dadas los.
Lo que viene
Según el informe de Analytica, con la metodología más difundida las reservas netas en marzo alcanzarán un valor negativo de 2.140 millones de dólares, sin embargo, aseguran que “difícilmente este escenario llegue a darse, ya que antes el gobierno restringirá aún más el acceso a los dólares comerciales y financieros, afectando consecuentemente la recuperación económica”.
Pensando en el corto plazo, Rubinstein indicó en sus redes que “en el marco de un acuerdo con el FMI, un ajuste fiscal creíble, el dólar debería calmarse. Una estrategia de devaluaciones más aceleradas que las actuales, debería ir bajando la brecha”.
En lo inmediato, Beker, advirtió que no cuenta con la bola de cristal para pronosticar el escenario económico post-legislativas, pero asumió que hay dos escenarios posibles que tienen estrecha relación con el resultado que dejen las urnas. “Lo que está claro es que lo que ha venido pasando esta semana es típico de una semana pre-electoral y tiene que ver con las expectativas; a partir del 15 con los resultados a la vista las cosas van a modificarse”.
El ex director del INDEC opinó que esta situación se repite en los contextos de elecciones porque el dólar es el principal activo de reserva que tienen los argentinos y “quieren preservar el valor de sus ahorros, porque no existe prácticamente ningún activo líquido que pueda competir con el dólar”, dijo y destacó que “ese, es un problema típico de la economía argentina”. |