La noticia venía circulando e irrumpió ayer con toda la fuerza. Marcelo Mindlin el dueño de Pampa Energía vendió Edenor a Daniel Vila (dueño del Grupo América), José Luis Manzano (el ex ministro menemista que acuñó la frase de "robo para la corona") y la sorpresa: Mauricio Filiberti.
Los dos primeros son conocidos por un amplio sector de la sociedad pero este último pasa desapercibido en el mundo de los flashes pero es un hombre de peso en los negocios de la Argentina.
¿Quién es el Rey del Cloro?
Filiberti es el dueño de Transcolor, la única productora de cloro del país y la principal proveedora de ese producto a la estatal Aysa. Cercano al sindicalista de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri -con quien comparte apodo ya que al sindicalista le dicen Mister Cloro y al empresario El Rey del Cloro-, pero también a los pocos macristas que quedan.
Como buena parte de los empresarios de la Argentina cuando salió a la luz Leonardo Fariña, la Rosadita y la Causa de los Cuadernos, sintió un viento que lo podía acercar a Comodoro Py, pero en su caso fue medio de rebote. Apareció en una causa porque le había vendido una Ferrari modelo California dominio INP622 al empresario y desarrollador inmobiliario Carlos Morinari que estaba relacionado con el hombre del rodete -le pagó la boda con la modelo Karina Jelinek-. Fariña había visto el auto en Punta del Este y salió presto a comprárselo.
Pero ese fue la única vez que su nombre salió a la luz por otra causa que no sea como el principal proveedor de cloro del país. En 2017 con motivo del blanqueo de capitales que llevó adelante el gobierno de Mauricio Macri, el Cohete a la Luna publicó la lista de los mayores blanqueadores y apareció su nombre: Mauricio Filiberti, quien extrajo del país 13 millones de dólares.
También estuvo investigado por los coletazos del caso Odebrecht ya que tiene contratos con AySA y cercana relación con Lingeri. El juez federal Sebastián Casanello, puso bajo la lupa al sindicalista y en la misma investigación lo incluyó a Filiberti por los contratos de Aysa con Transclor,
Pero la realidad es que aunque Cristina Fernández de Kirchner haya participado de alguna inauguración de Transcolor, las relaciones más fuertes de Filiberti son con varios de las figuras del Pro. Tanto es así que en su último cumpleaños en febrero pasado estuvieron algunos de los que el 10 de diciembre de 2019 desocuparon sus escritorios en la gestión de la Nación y de la provincia de Buenos Aires.
Según publicó Letra P, el Rey del Cloro hizo su cumpleaños en el exclusivo balneario de José Ignacio, Uruguay, en donde cerró un exclusivo parador -La Caracola- al que sólo se accede en una embarcación provista por los dueños del lugar. Ahí, lejos de los molestos flashes y la mirada de los curiosos, se lo pudo ver a Federico Salvai y su mujer Carolina Stanley y Augusto Rodríguez Larreta, el hermano del Jefe de Gobierno porteño. La pata peronista del encuentro estuvo a cargo del quizás menos peronista de los peronistas: Pepe Scioli, el hermano del ahora embajador en Brasil, Daniel Scioli.
Un buen negocio
Con esta operación, el Rey del Cloro se mete de lleno en otro negocio relacionado a un servicio público y pasa a ser parte de la mayor empresa transportadora de energía del país. En la actualidad el área de cobertura de la concesión comprende 20 partidos del noroeste del Gran Buenos Aires y la zona noroeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que representa una superficie de 4.637 kilómetros cuadrados y una población de aproximadamente 9 millones de habitantes en los que tiene 3 millones de clientes. Y empezó con el píe derecho, ya que la empresa acaba de cobrar una deuda del Estado nacional por la energía que entrega en los barrios populares.
Amante de los yates
Quizás buena parte de los negocios y de la discusión que lo llevó a entrar en este negocio se realizaron arriba del 64Steel Attila, el mega yate que adquirió el empresario hace poco menos de un año.
El barco tiene construido por el astillero Sanlorenzo Americas, ubicado en Fort Lauderdale. De 64 metros de eslora, uno de los más lujosos en manos de empresarios nacionales. Y el segundo del que el propio empresario participó de su construcción.