A lo largo de la última década distintos países de Latinoamérica se embarcaron en iniciativas para impulsar la industria de software, una fuente de desarrollo de talento, generación de empleo e ingreso de divisas del exterior.
Argentina es uno de los países que tomó ese rumbo, y pese a los cambios políticos ogro sostener la promoción internacional de este sector, con programas de promoción como la ley de Economía del Conocimiento que le otorga beneficios a este sector.
En ese sentido, Daniel Schteingart, director del Centro de Estudios para la Producción (CEP XXI) y coordinador del Plan Argentina Productiva 2030 destacó en su cuenta de Twitter que “el software no para de crear empleos formales”, y puntualizó que “el dato adelantado de marzo muestra un aumento de 1.470 puestos de trabajo”. Además, subrayó que, “en los últimos tres años, se crearon 28.000 puestos de trabajo formales en el sector”.
Además, entre los desafíos que tiene la industria del software Schteingart apuntó a seguir consolidando sus exportaciones a Europa, y dijo que "una puerta de entrada a este continente es Barcelona, que ofrece un ecosistema de innovación que se complementa con las actividades que realizan las empresas de este sector”.
La semana pasada, la subsecretaria de Economía del Conocimiento, María Apólito, viajó junto al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y a una delegación de 19 empresas del sector del software y servicios informáticos a España, con el objetivo de promocionar esta industria y generar nuevas oportunidades de negocio para incrementar las exportaciones, que en 2021 superaron los $2.000 millones.
“Esta es una actividad para que muchas empresas argentinas vinculadas al software conozcan de alguna manera las posibilidades que tienen en el ecosistema español, que es muy complementario con lo que se presenta en el nuestro”, dijo Apólito en declaraciones a Télam desde Barcelona.
La subsecretaria señaló que “uno de los desafíos que tiene la industria del software es seguir consolidando sus exportaciones a Europa, y una puerta de entrada a este continente es Barcelona, que ofrece un ecosistema de innovación que se complementa con las actividades que realizan las empresas de este sector”.|