Cientos de familias paraguayas que se dedican a la actividad avícola están al borde de la quiebra por el aumento del contrabando desde territorio de la provincia argentina de Misiones, situación que se convirtió en un problema sumamente grave para la industria local.
A pesar la frontera “cerrada”, el 80% del contrabando de pollo que ingresa a Paraguay llega desde Argentina y el resto de Brasil, a través del río Paraná y el Puente Internacional de la Amistad, inundando el Mercado de Abasto de Ciudad del Este y otros puestos de Caaguazú y Coronel Oviedo.
La crisis ya afecta al 30% de las ventas, según advirtió a medios locales Blanca Ceuppens, presidenta de la granja La Blanca: “Desde la pandemia, el contrabando ha crecido exponencialmente; ingresan desde Argentina y Brasil, con precios que marcan un diferencial muy grande”, explicó la industrial.
El principal problema, además de la falta de control en la frontera guaraní, radica en que, en la Argentina, “la agricultura es subvencionada por sus precios de granos, entonces es muy difícil de competir, ya que la materia prima, que es el maíz y la soja, en el vecino país está 30% subvencionada”, señaló Ceuppens al medio La Nación de Paraguay.
“Los contrabandistas cada vez están más afianzados en el mercado y saben mejor cómo hacer pasar esa mercadería a través del río”, lanzó la empresaria, que adujo que las denuncias se acumulan en el Ministerio de Industria y Comercio, al igual que en Aduanas, que no ofrecen respuestas.
Según estiman desde el otro lado del Paraná, las más afectadas son “aquellas pequeñas empresas que se dedican también a ponedoras o pollos. Con los precios locales del maíz, que se incrementaron, esto se convirtió en una bomba de tiempo”, enfatizó la representante y subrayó: “Hay muchos puestos de trabajo que podrían perderse”.
“Los contrabandistas sí pudieron”
La semana pasada, un paro de camioneros en tierras guaraníes perjudicó gravemente a la producción avícola, tanto de huevos como de pollos, y ahora los colonos se encuentran con un mercado interno inundado por bienes argentinos y brasileños.
“Los contrabandistas sí pudieron sortear las barreras impuestas por los sindicalistas fleteros”, lamentó el representante de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), Pablo Maugger, al medio Última Hora.
La sequía imperante en la zona también colabora, ya que “ahora que el río Paraná se puede cruzar fácilmente por el bajo caudal que tiene, se está introduciendo contrabandos de huevos y pollo, entre otros productos, por muchas partes, por las Tres Fronteras, Otaño, Encarnación, Alberdi, Clorinda, o por cualquier desembarcadero”, explicó Maugger.
Además, los “paseros” están aprovechando el menor costo de producción que tiene la actividad en la Argentina, el cual señalan que es 50% más barato que el de Paraguay, “porque el maíz tiene un precio bajo forzado por la política económica del vecino país, por lo que se ha saturado el mercado local”.
“El contrabando de huevos está perjudicando principalmente a los pequeños avicultores, ya que los grandes tienen sistemas de distribución por medio de las cadenas de supermercados, pero también son afectados”, sostuvo el miembro de Avipar.
Como referencia, indicó que el maíz en su país se comercializa a 300 dólares por tonelada, mientras que en la Argentina se vende internamente a 140 la tonelada.
Según los datos de Avipar, la producción de huevos de gallina para la venta en Paraguay se realiza en unas 70 unidades que producen en total unas 250.000 docenas por día, lo que proyectado en el año representan unos 90 millones de docenas.
La misma entidad estimó que, fácilmente, dejaron de vender unos 500.000 kilos de pollos por semana como consecuencia del masivo tráfico ilegal desde la frontera: “El contrabando registra un crecimiento exponencial en este momento. Estimamos que unos 2 millones de kilos de pollo al mes ingresan de contrabando actualmente. El 80% es de origen argentino y 20% viene del Brasil”, refiere Juan Cardozo, representante del organismo en Ciudad del Este.
De hecho, en el Puente de la Amistad, que une a esa ciudad paraguaya con la brasileña Foz de Iguazú, las mercaderías pasan a la vista de todos, con una evidente complicidad de autoridades militares, aduaneras, sanitarias y del comercio.
El sábado último, incluso, se pudo observar cómo cajas de pollos tapadas con mantas cruzaban sin ser molestadas a la vista de todos sobre motocicletas, y luego comercializadas en las adyacencias de los mercados paraguayos, bajo el rayo del sol y sin respetar la cadena de frío, denunciaron los industriales.
De todas formas, el ingresó desde Brasil es menor, debido a que el precio es prácticamente igual con relación a la producción paraguaya, “pero desde el lado argentino el ingreso de contrabando ya viene de hace bastante tiempo y está en aumento”, cerró Cardozo. |