El gigante francés del lujo LVMH ha finalizado el proceso de compra de la prestigiosa marca de joyería estadounidense Tiffany en la que cambia a sus principales dirigentes, empezando por su consejero delegado, Alessandro Bogliolo.
En un comunicado conjunto publicado este jueves, las dos empresas destacan que la integración de Tiffany con las otras 75 marcas de LVMH "vendrá a transformar en profundidad" su división de relojes y joyería. El cierre de la operación viene acompañado del nombramiento como nuevo "número uno" de Tiffany de Anthony Ledru, que era el director general adjunto de las actividades comerciales de LVMH y que había trabajado en el pasado en la empresa estadounidense.
Sustituirá a Bogliolo, que va a seguir solo hasta el 22 de enero para "facilitar el periodo de transición" y luego se irá. También dejarán la empresa "después de un corto periodo de transición" tanto el director artístico, Reed Krakoff, como la directora general adjunta de productos y mercadotecnia, Daniella Vitale.
Alexandre Arnault, hijo del propietario del gigante francés del lujo, Bernard Arnault, pasa a ser el director ejecutivo con responsabilidad en los productos y la comunicación de Tiffany. Además, el consejero delegado de la marca Louis Vuitton será el presidente no ejecutivo del Consejo de Administración de la nueva filial de joyería.
Bernard Arnault se felicitó por la incorporación en su emporio de Tiffany, que "es una casa emblemática, un icono de Estados Unidos". Se mostró convencido de que sabrán "hacerla brillar" con la misma "determinación" y "pasión" que lo han hecho con sus otras marcas. "Tenemos confianza en la capacidad de Tiffany para acelerar su crecimiento, innovar y a seguir siendo la marca de joyería más deseable", añadió el "número uno" de LVMH, que rindió homenaje a Bogliolo y su equipo por su entrega y su trabajo al frente de la empresa en los tres últimos años.
La finalización de la operación se produce después de unos últimos meses marcados por el enfrentamiento entre ambas compañías. Al final, los accionistas de Tiffany tuvieron que aceptar una rebaja del precio, de los 135 dólares por acción inicialmente fijados a 131,5.