La salida de la petrolera china no es nueva, ya que en julio de 2020, el presidente de Sinopec Internacional, Li Yong, y Zhai Huihai, Presidente de Sinopec Argentina, le comunicaron a la gobernadora Kirchner que querían liquidar la operación en la provincia.

Uno de los factores decisivos para que Alicia aprobara el traspaso es el reclamo sindical que hay desde 2018, cuando la empresa puso en stand by el equipo de drilling, lo que detuvo la perforación y extracción de petróleo y empezó a despedir operarios. Sinopec se había puesto de acuerdo con los sindicatos y el gobierno de Santa Cruz en llevar adelante un “acuerdo de productividad”, que nunca se cumplió.

Sinopec es la quinta productora de crudo del país y hace 5 años que su productividad viene en descenso. En cambio, CGC tiene una excelente relación con el gobierno en general (invertirá  U$S 450 millones durante los próximos cuatro años por el Plan Gas) y en particular con la gobernadora patagónica, ya que la petrolera de Corporación América invirtió fuerte en la Cuenca Austral, en el sur de Santa Cruz.

Si bien todavía no se conoció el monto de la operación ni el momento en que CGC se hará cargo en el mercado, creen que Sinopec podría perder hasta 500 millones de dólares en la operación, en el marco de la retirada que la refinería china, la mayor de Asia, está haciendo alrededor del mundo.

En 2010, Sinopec se quedó con los activos que la estadounidense Occidental Petroleum (Oxy) tiene en Argentina, por un valor de 2.450 millones de dólares. Sinopec (China Petrochemical Group) alcanzó ese año un acuerdo con Oxy para hacerse con los activos de Occidental Argentina, cuarta productora de crudo del país, que le dio acceso a la concesión de las 15 áreas que explota la compañía en la Cuenca del Golfo San Jorge, las áreas más rentables de la compañía.

Con la adquisición de la empresa china, CGC tendría así los derechos para explotar la Cuenca Austral hasta el final de la concesión en 2026.|