El amigo personal de Sergio Massa fue quien recibió en julio en su mansión de San Isidro a Máximo Kirchner y Wado de Pedro y quien los presentó ante los empresarios Marcelo Mindlin (Energía), Miguel Acevedo (UIA), Marco Bulgheroni (Petrolero) y Hugo Dragonetti (Construcción).
Desde ese momento el banquero, que había nacido en Buenos Aires pero se sentía un salteño por adopción, desplegó toda la capacidad de lobby que le daba ser el argentino mas poderoso del mercado financiero para ayudar al entrante gobierno de Alberto Fern{andez. Eso hasta que las relaciones comenzaron a enfriarse otra vez este mes, cuando se sancionó en Diputados el Impuesto a la Riqueza. En su última entrevista afirmó que la contribución extraordinaria "Solo creará una rebelión fiscal como nunca se ha visto y posiblemente no se cobre nada o poco y solo se mediatizará nuevamente una guerra entre el Gobierno y los empresarios que no llevará a nada, irritará a la gente y nos acercará un paso más al precipicio".
El enojo de Brito con la norma impulsada por el kirchnerismo era tal, que en las últimas semanas busco comunicarse con el otro banquero importante del kirchnerismo, Carlos Heller, para que morigerara la ley que grava el patrimonio de los 9000 hombres y mujeres mas ricos del país. El llamado de Brito a Heller no es menor: tienen una mala relación desde hace muchos años y no escapa a nadie las diferencias políticas que tienen los dos banqueros. Brito, que veía en la figura de Heller el verdadero impulsor del impuesto a la riqueza, también se comunicó con Máximo para diluir algunos puntos de la redacción de la ley. Su éxito parece haber sido muy relativo.
Lo cierto es que en la ultima semana, Brito había empezado otra vez a descongelar su relación con el kirchnerismo, con el fin de poder llegar a un acuerdo más amplio entre los empresarios y el gobierno. Afirman que quedo impresionado por el llamado a un "acuerdo nacional" de la vicepresidenta Cristina Fernández y que incluso pensaba en volver a las reuniones entre empresarios con su amigo Sergio Massa, con Máximo Kirchner e incluso con Amado Boudou, con el que dicen que no hablaba desde hace casi dos años, cuando fue procesado por el juez federal Ariel Lijo por la causa Ciccone Calcográfica, donde siempre afirmo que el macrismo uso el "lawfare" y la persecución judicial cuando no encontraron pruebas contra el ex ministro de Economía Amado Boudou.
Lijo siempre considero que Brito no actuó como titular del Banco Macro sino a título personal y amigo de Boudou. Una relación que le costo caro al banquero, que fue sobreseído en junio de este año , cuando el mismo Lijo en una resolución de 187 carillas resolvió que "no existen elementos para continuar sosteniendo que Jorge Horacio Brito haya estado ligado a la maniobra global en estudio". Un mes y medio antes que se organizara el "operativo seducción" que presentó en sociedad a Maximo Kirchner y Wado De Pedro ante los empresarios mas poderosos de Argentina.
Boudou, que esta condenado a cinco años de prisión por el Caso Ciccone y que aun sigue litigando por su inocencia ante la Corte Suprema, fue uno de los primeros en lamentarse por la desaparición del banquero. "Lo acabo de leer y Me causa dolor porque fue un banquero nacional, un hombre que tenía todas sus cosas en Argentina", dijo Boudou en el programa radial de Dady Brieva.