Frente a las recientes declaraciones que realizó el ministro Matías Kulfas, respecto a la dinámica de las importaciones, al descartar problemas y afirmar que más del 95% de los sectores productivos importan sin inconvenientes, los importadores reunidos en la Cámara de la Industria del Neumático, respondieron a través de un comunicado de prensa donde responsabilizan al Gobierno por la falta de neumáticos para el agro y el transporte, principalmente, y apuntaron contra las licencias no automáticas.
La entidad que representa a fabricantes internacionales con presencia en el mercado argentino como Pirelli, Bridgestone, Michelin, Goodyear y Dunlop explicó que “la industria nacional afiliada a esta Cámara no ha detectado en 2020, ni se detectan hasta el presente, inconvenientes en la importación de insumos y materias primas para la producción de neumáticos”.
La entidad aclaró que históricamente representaron en promedio el 70% del mercado de neumáticos para automóviles, camionetas, agrícola y transporte (camiones y autobuses) y explicó que “esta importante representatividad en el mercado agrícola, de transporte de carga y pasajeros es abastecida en su mayoría por la importación de las principales marcas mundiales miembros de la Cámara de la Industria del Neumático, ya que la producción nacional no es suficiente para conformar a la demanda”.
La semana pasada ante la queja de sectores vinculados a la actividad agropecuaria por la falta de producto en distintos punto del país, el Gobierno expuso que en lo relativo a neumáticos para maquinaria agrícola, en los primeros dos meses de este año se importaron 20.800 neumáticos para maquinaria agrícola, y hay 27.700 más con autorización, pero que aún no fueron nacionalizados (entre ellos Martolio: 17.600; Prometeon: 1.600, Titan 3.900; Michelin: 3.000 y 2.200 en fabricantes de maquinaria agrícola).
Desde el Ministerio de Producción aseguraron que entre lo nacionalizado y lo disponible para utilizar existen 48.500 unidades disponibles, lo que marca un crecimiento del 70% respecto a las importaciones del mismo período de 2020.
Respecto al mercado de neumáticos de camiones, señalaron que, en los primeros 2 meses del año se importaron 82.100 neumáticos y hay 47.500 más con autorización, pero que aún no fueron nacionalizados (entre ellos Goodyear: 14.500; Prometeon: 11.300, Bridgestone 3.000; Michelin: 3.000 y 11.500 de empresas que presentaron cautelar: Corral y Larocca).
En este caso, la suma entre lo nacionalizado y lo disponible para utilizar es de 129.600 unidades, lo que marca una caída del 12% respecto a las importaciones del mismo período del año anterior. “Esta caída se compensa con el crecimiento de la producción nacional, que va ganando participación en el mercado”, apuntaron desde Desarrollo y agregaron que, en enero, el IPI interanual de neumáticos mostró un crecimiento del 15,8%.
Al reflejar estos datos, desde la cartera que conduce Kulfas, explicaron que “con casi 3 meses de venta en stock sin nacionalizar, el problema no es la falta de abastecimiento sino la mala planificación de los importadores”.
Los empresarios se despegaron de esa acusación al explicar que “la falta de claridad y previsibilidad en los tiempos de aprobación de las Licencias No Automáticas (LNA), cursadas a través del Sistema de Monitoreo de Importaciones (SIMI), no permiten planificar las importaciones provocando quiebras de inventarios en las redes de Reventa que no logran abastecer estos mercados por la falta de productos”.
“Todo responde a una necesidad de contener la salida de divisas y lo entendemos, pero las decisiones no son racionales, porque se traba el desarrollo de sectores con capacidad de exportar, como el agro”, reflexionó Gonzalo Vila, representante oficial de Dunlop en Argentina. EL empresario que debe abastecer a 90 locales en todo el país señaló que tiene mercadería demorada desde hace más de 5 meses y planteó la necesidad de darle previsibilidad al negocio de importación.
En ese sentido explicó que la importación se debe acoplar a los tiempos de las fabricas globales y, cuestionó que neumáticos para cargas o agro que no se fabrican en el país, estén alcanzados por el régimen de licencias no-automáticas; lo que implica una autorización por cada operación.
“Si tenemos mercadería trabaja en el puerto no podemos asumir más compromisos con nuevos pedidos a la fábrica”, explicó Vila y resaltó que “con la mejor voluntad la fabricación local cubre sólo el 20% del mercado general y, si se trata de agro, el cero”.
“Aun cuando las intenciones sean las mejores, cada vez que un gobierno interviene en el ciclo económico del neumático, se complica, porque es una cadena muy delicada”, describió.
“En Argentina sólo 3 empresas producen, pero ni siquiera se cubre la necesidad del sector de motovehículos, por eso la regulación debe ser analizada de forma integral”, agregó.
El empresario se mostró abierto a aceptar cambios en el esquema de abastecimiento de neumáticos, pero aclaró que las grandes marcas proveedoras tienen fabricas desarrolladas de forma estratégica en distintos puntos y hoy “no da la estructura para fabricar determinados productos que deberían cumplir con estándares de exportación para poder competir”.
“Para promover la industria nacional –opinó Vila- se deben generar condiciones de competitividad, con financiamiento, subsidios, reducción de impuestos, pero no ir contra los que ingresamos insumos para que otras cadenas funcionen”.
La odisea de importar
Los importadores reconocen que la “era Macri” simplificó las operaciones de ingreso de productos e insumos desde el exterior, pero, en contra partida, la recesión de la economía y la pérdida de poder adquisitivo de las personas dificultó su colocación en el mercado interno.
El resultado nunca parece ser positivo para este sector de la economía que aporta a la industria y la producción el 80 por ciento de su trabajo, según datos de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA). El dato lo repite -como mantra- Rubén García, su presidente: “más del 80 por ciento de lo que importa la Argentina va hacia la industria y la producción”, dice y refleja el peso en la economía de la actividad que defiende.
La pandemia sorprendió y las normas que se generaron para prevenir el contagio de COVID-19 irrumpieron en el comercio global. Durante los primeros días de aislamiento, las demoras en Aduana alcanzaron los 10 días, pero con el correr de los días el sector fue construyendo una nueva dinámica. A casi un año de esa situación que rompió todos los esquemas, hoy, la demora en la autorización de las licencias no automáticas, generan incertidumbre en el sector importador
En apoyo, Rubén García, titular de la Cámara de Importadores de la Argentina (CIRA), señaló que la problemática no es exclusiva del sector neumáticos. “Además de afectar al agro, tenemos que pujar a diario con insumos para las eléctricas o para Vaca Muerta, que es otro sector generador de divisas”, aclaró.
García explicó que las importaciones que ingresan con licencias automáticas no presentan dificultades, pero la gran cantidad de productos que deben ser autorizados, porque compiten con producción nacional, por eso son alcanzadas por la clasificación que define las “no automáticas”, quedan relegadas.
Entre los 1.300 importadores que representa CIRA, existen reclamos por más de 600 reclamos por licencias que no se autorizan, lo que significa “mercadería arada en el puerto de Buenos Aires, demorada en un depósito fiscal, una zona franca o terminal portuaria, incrementando los costos de los operadores”.
“Aunque no hay ninguna normativa que no permita importar, pero se da un juego perverso entre la AFIP, las medidas extremas de control de cambio del Banco Central y el rol de la Dirección de Gestión Comercial Externa que no libera las licencias no automáticas”, describió García.|