El último informe publicado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) revela que la contracción económica que se produjo a partir de las medidas abordadas por el COVID-19, impactó principalmente en la primera parte del 2020 (-20,5%), mientras que en el segundo semestre la variación fue nula y permitió cerrar 10,3 por ciento abajo.
Durante el segundo semestre, comenzó una recuperación gradual del nivel de producción que se corrobora con el crecimiento del 3,1 por ciento que se registró en diciembre de 2020 en relación al año anterior.
“Fue un año muy atípico y de alguna manera sobrevivimos, estamos de pie que es lo más importante; recién en noviembre, con todos los recaudos necesarios, comenzó a haber un ritmo de trabajo”, explicó a Negocios José Luis Ammaturo presidente de la Cámara de la Industria Metalúrgica Argentina (CAMIMA).
Según ADIMRA a nivel sectorial, la actividad metalúrgica presentó un comportamiento heterogéneo: el sector de Maquinaria agrícola logró una recuperación acelerada (13,7%), mientras que Autopartes y Otros productos de metal comenzaron a presentar aumentos en el último trimestre del año.
Los rubros más golpeados por la crisis son los de Fundición (-18,4%), Equipos y aparatos eléctricos (-17,7%), Bienes de capital (- 16,7%), Autopartes (-15,0%) y Otros productos de metal (-12,0%). La categoría Equipamiento médico (-5,5%) registró ciertas fluctuaciones durante 2020 debido a la gran diversidad de productos, aquellos vinculados a la pandemia y a las exportaciones traccionaron al crecimiento.
“Necesitamos que se acomoden ciertas variables de la economía para poder ser competitivos”, dijo Ammaturo y describió la complejidad de producir de forma competitiva en el contexto actual con dificultades tanto para exportar como para vender en el mercado interno.
En ese sentido señaló que la Argentina debe resolver temas macroeconómicos que exceden la situación de pandemia. “La inflación es una problemática particular propia, uno mira a otros países y no se da la misma evolución de precios”, dijo y remarcó que “el desafío es mantener las variables –económicas- para darle valor a la moneda local, facilitar el acceso al crédito y promover inversiones y, por supuesto, aliviar la presión fiscal”.
Durante el año 2020 el nivel de empleo disminuyó un 2,5% frente al mismo período del año anterior, pero en diciembre, la variación fue de -1,5% interanual. El informe de ADIMRA exhibe que en el último trimestre del año se incrementó el porcentaje de empresas que aumentaron el nivel de empleo. Mientras el 32% de los empresarios indicaron haber elevado su plantilla de personal en relación al mismo período del año anterior, 35% dijeron que no realizaron cambios.
El sector metalúrgico cerró recientemente la paritaria de 2020 que “alcanzó a recuperar la devaluación”, dijo el titular de CAMIMA y se mostró de acuerdo con el avance de pactos multisectoriales de cara a la paritaria 2021, pero aclaró que más allá del entendimiento entre trabajadores y empresarios “el Estado es el que puede lograr que la economía acompañe”.
Las expectativas de corto plazo en la actividad muestran un panorama alentador, manteniendo un alto porcentaje de empresarios que esperan un aumento en la producción y en los niveles de empleo. En este sentido, el 44% de las empresas prevé un aumento en su producción, mientras que solo el 18% espera una caída en el nivel de actividad para los próximos tres meses. |
