“Las cargas de la deuda insostenibles impiden que los países establezcan caminos de recuperación y crean una dinámica económica y social desestabilizadora”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán, al participar mediante videoconferencia de la XV Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), donde participó de la Mesa Redonda Ministerial titulada “Aumento de la financiación para el desarrollo”.
Según el titular del Palacio de Hacienda “cuando un país enfrenta una carga de deuda insostenible, debe resolver ese problema y, por lo general, eso requiere un proceso de reestructuración de la deuda”. En ese sentido, recalcó que “cuando realizan reestructuraciones de la deuda soberana, la mayoría de los países no obtiene el alivio de carga necesario para restaurar la sostenibilidad”.
Tras recordar la reestructuración de deuda llevada adelante por la Argentina el año pasado, Guzmán dijo que “hacen falta reformas en la arquitectura financiera internacional” porque hay “deficiencias estructurales que dañan las posibilidades de desarrollo”.
La mesa redonda fue presentada por la secretaria general de Unctad, Rebeca Grynspan; y el panel fue moderado por Jonathan Wheatley, periodista del Financial Times; además de Guzmán, participaron el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz; la ministra de Economía de España, Nadia Calviño, y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley.
Nuevas normas para las deudas soberanas
También sugirió la creación de un mecanismo multinacional de reestructuración de deuda soberana “debe partir de los principios de sostenibilidad, transparencia y trato equitativo” y alertó que hay “un desbalance de poder y de información entre deudores y acreedores; la real opacidad está del lado de los acreedores; tienen más información los acreedores sobre el deudor, que el deudor sobre los acreedores”.
En ese sentido, aseguró que “hace falta avanzar con lo que habíamos propuesto junto a Stiglitz en 2014 y en 2015 en las Naciones Unidas, de un marco multilateral para la reestructuración de deuda soberanas”.
“Necesitamos un mejor multilateralismo, que la Unctad sea reconocida como un organismo que puede llevar adelante análisis de sostenibilidad de deuda, que sea independiente y no sesgado, no hay que dejarle solo este rol al FMI”, argumentó Guzmán.
Sobre este último punto, recordó que “en 2020 el FMI hizo un análisis de sostenibilidad de la deuda argentina sensato y justo, basado en evidencia empírica y en teorías sólidas, pero eso fue una excepción frente a lo que viene sucediendo en la historia de las últimas décadas del organismo”.
“En el FMI se ha logrado avanzar, bajo la conducción actual, en pasos positivos, como fue la emisión de los DEG, como es el apoyo a la idea de que exista un fondo de resiliencia y sostenibilidad que dé préstamos a plazos más largos a los países, y la búsqueda de revisar la política de sobrecargos”, consideró. Pero, advirtió, “no vemos el mismo nivel de liderazgo en todas las esferas del poder internacional y esto es algo que hay que corregir”.
“Para ir por el camino correcto, debemos trabajar colectivamente; es muy importante que trabajemos de esa manera para construir un mejor multilateralismo para una economía global más sostenible”, concluyó. |