En el año en que azotó la pandemia por el Covid-19, la producción mensual de petróleo alcanzó los nivele más bajos de los últimos años con un registro promedio de 454,755 barriles diarios, pero octubre marcó un nuevo punto de partida a partir del cual la producción mensual se mantuvo en una suba constante hasta el pasado mayo, según un informe de la consultora Regional Investment Consulting (RICSA).

En el último registro se detectó una leve baja respecto a mayo, con una producción promedio de 512,485 barriles diarios, lo que significó una recuperación de los valores que se tenían en junio 2019.

Junio, cortó la racha de ocho meses de evolución, rompió con una tendencia creciente al presentar una producción promedio de 511,718 barriles diarios, informaron desde RICSA.

La situación no es la misma cuando se analiza el gas natural, al contrario, la producción aumentó en un 4,7% llegando a 126,994 millones de m3 diarios y ya superó su valor de marzo del año pasado.

La caída del crudo se da a lo largo de todas las formaciones productivas a excepción de Vaca Muerta que sostiene su fuerte actividad y sigue creciendo en términos productivos, con un 30,33% y un 29,79% de la producción de gas y petróleo del país.

La reserva ubicada en la cuenca neuquina, en el mes de junio, incrementó su generación petrolera en un 3%, mientras que en gas creció 20%.   |