Tras la suba de 12% en el precio del gasoil y el aumento del porcentaje de la mezcla con biodiésel dispuesto por el Gobierno para frenar la escasez, contratistas rurales, productores y transportistas advierten que "la crisis continuará" y esperan que se extiendan las restricciones en el abastecimiento.
En el interior del país ya se transformó en norma la existencia de un "gasoil blue" para el transporte de carga y el agro, explicaron.
Luego de que el Gobierno confirmara la suba del porcentaje de biodiésel en el gasoil –del 5% al 12,5%– para aumentar la oferta del combustible disponible en medio de una crisis de abastecimiento para el campo y el transporte, en el agro y en el transporte de cargas no creen que "estas medidas tomadas a destiempo y de parche mal pegado solucionen el problema de fondo".
"No es una mejora para nadie. Son todos maquillajes apurados, pero no hay una solución a largo plazo. Lo único que va hacer es acortar la brecha entre el gasoil oficial y el blue", dijo Luis Simone, presidente de la Cámara de Contratistas Rurales bonaerense y vicepresidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma).
Advirtió que el sector está "inmerso en un círculo vicioso perverso. Así como ocurre con el dólar, que automáticamente el paralelo sigue al oficial, va a ocurrir con el gasoil que se consigue con sobreprecio".
Para el contratista, esta suba en el precio no es más que "un blanqueo" de algo que tenía que haber pasado mucho tiempo antes.
"Si hubiese sincerado el precio en tiempo y forma, no se hubiera generado el mercado negro del combustible que estamos padeciendo. Lo más grave es que llegó para quedarse, como todo lo malo en la Argentina", alertó.
Explicó que es muy alta la "incidencia del combustible dentro de la tarifa de cada contratista".
En los campos del NOA, por delante aún queda un gran porcentaje del maíz de segunda para recolectar, un 95%, y la zafra azucarera, que se extiende unos meses, más la cosecha del limón.
Para Roberto Palomo, vicepresidente de la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor), el sinceramiento de precios "no va solucionar en nada los inconvenientes que se vienen acarreando hace más de un mes en todo el noroeste del país".
"Esos valores oficiales no existen por estas regiones. En todos lados se paga muy por arriba de eso. Esta semana me trajeron gasoil común para trabajar en el campo a $165. Eso es lo que estamos pagando desde hace rato y dudo que eso baje. Por el contrario, ese aumento del 12% se va a trasladar al gasoil paralelo enseguida", afirmó.
Para Palomo, estas medidas "son un paliativo; el Gobierno no tuvo previsiones en su momento y para conformar al sector armó lo del incremento del biodiésel. Si esto no mejora se va a perder, entre otras cosas, un 30% de la caña de azúcar que quedará en pie sin cosecharse".
Por su parte, Roberto Rivero, directivo de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), dijo que las medidas son "una de cal y una de arena".
"Incrementaron el corte de biodiésel, pero inmediatamente subieron los precios del combustible; es una gran contradicción. ¿En que quedó lo de desacoplar los precios internos de los internacionales?", se preguntó el dirigente empresario.
Para Rivero, los transportistas medianos y pequeños son los que más complicados están en este escenario porque, además de no poder trasladar estos incrementos a sus clientes, les resulta imposible, a pesar del último aumento del precio, conseguir el combustible.|