La economía argentina atraviesa un momento de “extrema fragilidad” y existen cada vez más dudas sobre la posibilidad de cumplir el Presupuesto 2022 enviado al Congreso de la Nación. La crisis de Gobierno que se vivió esta semana aportó más incertidumbre, así lo demostró la Bolsa de Comercio porteña al cerrar el viernes en baja, mientras el riesgo país crecía y los ADRs llegaron a caer más del 8 por ciento.

Sin embargo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró el miércoles pasado que el Gobierno trabaja por lograr una “doble recuperación”, económica –tras una caída del PIB del 9,9 % en 2020– y de la pandemia, una crisis sanitaria que provocó 5,2 millones de contagios y dejó ya 113.969 muertes.

“Indudablemente todo tipo de crisis agrega incertidumbre, aquí y en cualquier parte del mundo, porque todas las decisiones se van a tomar en un contexto que no sabemos cómo va a resultar”, advirtió la especialista de la universidad CEMA Diana Mondino, en diálogo con la agencia NA.

Consideró que el futuro de la economía “dependerá de si se toma un camino de austeridad, que no parece ser el caso”.

El Presupuesto prevé para el próximo año un déficit fiscal primario (no incluye el pago de intereses de deuda) equivalente al 3,3 % del Producto Bruto Interino (PBI), desde un resultado negativo proyectado para este año del 4 % del PBI.

“El problema es que el presupuesto presentado proyecta un déficit muy grande para las condiciones de incertidumbre fiscal que tenemos, con un porcentaje respecto del PIB muy elevado, aún sin considerar el déficit del propio BCRA”, advirtió Mondino.

El economista Rafael Flores, ex presidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), también planteó una serie de incertidumbres respecto a la hoja de ruta que plantea el Gobierno para el próximo año. Consideró “optimistas” las proyecciones de financiamiento y de inflación contempladas en la iniciativa presentada al Congreso el 15 de septiembre, lo que genera dudas sobre si el proyecto es “alcanzable”.

Flores, consultor en Presupuesto y Administración Pública en varios países de América Latina, opinó que “hay un ajuste porque no es posible mantener los niveles de gasto a los que se llegó con la pandemia, porque una caída del PBI como la que hubo, financiada por el Estado, genera problemas que después hay que enfrentar”.

La economía y el resultado de las PASO

El resultado de las Primarias Abiertas, Simultaneas y Obligatorias (PASO) repercutió de manera directa sobre los activos locales, especialmente en la renta variable. Luego llegó la crisis del oficialismo que derivó en cambios en el gabinete. Ambas situaciones en menos de una semana llevaron a que el mercado local transitara por un escenario en el que la volatilidad fue protagonista.

“Puede ser cierto que desde el punto de vista del Gobierno la economía parece recuperarse, pero si así fuera y tuviera razón, la gente vota pensando en el futuro y no hay nada que nos indique una mejor situación, por la propia crisis política”, explicó Mondino.

Además, dijo que “si la discusión en el Gobierno es poner más o menos plata en el bolsillo, eso es extremadamente cínico y desagradable, porque está demostrando absoluta indiferencia a los sentimientos de las personas y lo único que les interesa es ganar elecciones”.

Para la especialista, el Gobierno “no tuvo ninguna propuesta antes de las PASO, y ninguna contemplación con la situación de la gente, y ahora reclaman para poder ganar, que hay que gastar más poniendo en peligro a la economía y llevarla a un nivel de inflación más alto”.

Y advirtió que “semejante déficit financiado con una mayor emisión nos lleva de cabeza a mayor inflación”.

Por otra parte, Flores remarcó la necesidad de reducir el déficit, dado que con las dificultades de acceso al crédito “la Argentina lo puede financiar casi exclusivamente con emisión”.

Al respecto, consideró “muy optimistas las proyecciones de financiamiento fuera de la emisión” planteadas en el proyecto. “No creo que se den las proyecciones de financiamiento por parte de organismos internacionales ni en el mercado local, eso genera dudas sobre si el proyecto es alcanzable”, manifestó, aunque admitió que “quizás los números están puestos para contentar políticamente” a sectores del oficialismo.

Mondino se sumó a las quejas por la falta un plan que plantee “mejorar los servicios a la gente vinculados con la educación, la salud, que está en una situación muy difícil de resolver y no se observa que haya una dedicación a mejorar los problemas”.  |