Los dos proyectos de ley impulsados por el Gobierno, buscan impulsar la actividad de la construcción, a partir de la implementación de incentivos fiscales para el sector, que se destaca como una de las actividades que más empleo genera en el país. Además, se espera facilitar el acceso al crédito hipotecario para dar respuesta al déficit habitacional.

La norma que se sancionó este miércoles, por unanimidad, con 62 votos, busca apaciguar los efectos de la pandemia del coronavirus, con beneficios tributarios y un “blanqueo” al que podrán ingresar capitales no declarados que sean destinados exclusivamente a la construcción.  Quienes ingresen al “blanqueo” dentro de los primeros 60 días de entrada de vigencia de la ley deberán pagar un impuesto especial del 5%; en los primeros 90 días 10% y, más tarde, el recargo que, en ningún caso, podrá tomarse como pago a cuenta de Ganancias, llegará al 20%.

"La construcción es un motor potente para dinamizar la economía y generar empleo, con impacto transversal en diversas cadenas productivas", dijo el ministro Martín Guzmán en su cuenta de Twitter y destacó que "las inversiones en nuevas construcciones serán eximidas del pago del impuesto sobre Bienes Personales durante dos años".

En ese sentido aclaró que obtendrán crédito fiscal igual al 1% del desembolso y repasó que "a quienes declaren la tenencia de moneda nacional o extranjera y la destinen a la construcción, normalizando su situación frente al fisco, se les cobrará un único impuesto y se le concederá un bloqueo fiscal respecto a la eventual omisión de impuestos sobre esos fondos".

Otro de los protagonistas de esta iniciativa, Iván Szczech, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), reconoció que el proyecto “se trabajó con todo el sector privado y el sindicato junto con el gobierno”, y explicó que “servirá para impulsar el desarrollo del sector, recuperar puestos de trabajo perdidos y lograr mayor oferta de viviendas”.

“Estos son los incentivos que la industria de la construcción necesita para fortalecerse, generando mayor inversión y mayor actividad económica, y en consecuencia más empresas y más empleo formal”, agregó.

Palanca

Szczech recordó que la construcción transito un año “particularmente difícil” a raíz de la pandemia y luego de “más de dos años de caída ininterrumpida, tanto en la obra pública como en la privada, perdimos 180.000 puestos de trabajo y la pandemia agravó mucho esta situación”.

Ahora, se busca que la ley dinamice la construcción, tanto de obras nuevas como de viviendas sociales abandonadas, situación que no se había contemplado en el proyecto original que ingresó a al Ejecutivo y se incorporó por pedido de la oposición, durante su tratamiento en Diputados. Así, el proyecto también contempla las ampliaciones e instalaciones, así como los emprendimientos que posean un grado de avance inferior al 50% de su finalización.

Para el titular de CAMARCO el sector tiene “como grandes motores para 2021” una mayor asignación de fondos en el presupuesto nacional y el repunte de la inversión privada. “A partir de las leyes sancionadas hoy, sumado al bajo costo en dólares de la construcción, el sector privado puede llegar a ser una gran fuente para movilizar a nuestra industria”.

“Existe en la actualidad un plan de vivienda muy ambicioso y positivo por parte del Estado, que busca federalizar el movimiento de las economías”, dijo el empresario y aseguró que “la infraestructura y la vivienda serán las grandes apuestas para la inversión pública, con el acceso a los servicios básicos”.

Empresarios de la construcción se mostraron optimistas al señalar que el proyecto atraerá inversiones del sector privado en torno a los US$ 5.000 millones.|